Antologia De Poemas
vaniab8 de Noviembre de 2012
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AMOR
¿Quién es amor? - Infierno de la vida.
¿De quién nace? - Del ciego atrevimiento.
¿De quién vive? - El favor es su alimento.
¿Qué fuerza tiene? - Estar al alma asida.
¿Da muerte amor ? - Amor es homicida.
¿Da vida amor ? - Mezclada con tormento..
¿Dónde asiste ? - En el ciego entendimiento.
Pues, ¿algo tiene amor? - Gloria fingida.
¿Qué tiene bueno amor? - Algún secreto.
Todo lo vence amor, griegos y godos.
Nadie se escapa, el mundo está sujeto.
¿Con qué engaña amor? - De varios modos.
¡Oh amor, vuelve por ti! Dime ¿a qué efeto
Todos te infaman y te buscan todos?
LOPE DE VEGA
¿Quién es amor? - Infierno de la vida.
¿De quién nace? - Del ciego atrevimiento.
¿De quién vive? - El favor es su alimento.
¿Qué fuerza tiene? - Estar al alma asida.
¿Da muerte amor ? - Amor es homicida.
¿Da vida amor ? - Mezclada con tormento..
¿Dónde asiste ? - En el ciego entendimiento.
Pues, ¿algo tiene amor? - Gloria fingida.
¿Qué tiene bueno amorr? - Algún secreto.
Todo lo vence amor, griegos y godos.
Nadie se escapa, el mundo está sujeto.
¿Con qué engaña amor? - De varios modos.
¡Oh amor, vuelve por ti! Dime ¿a qué efeto
todos te infaman y te buscan todos?
LOPE DE VEGA
Cupido y Psique
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!
FRANCISCO DE QUEVEDO
A UN HOMBRE DE GRAN NARIZ
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce Tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.
FRANCISCO DE QUEVEDO
AL MOSQUITO DE LA TROMPETILLA
Ministril de las ronchas y picadas,
Mosquito postillón, Mosca barbero,
Hecho me tienes el testuz harnero
Y deshecha la cara a manotadas.
Trompetilla que toca a bofetadas,
Que vienes con rejón contra mi cuero,
Cupido pulga, Chinche trompetero
Que vuelas comezones amoladas,
¿Por qué me avisas si picarme quieres?
Que pues que das dolor a los que cantas,
De Casta y condición de potras eres.
Tú vuelas y tú picas y tú espantas
Y aprendes del cuidado y las mujeres
A malquistar el sueño con las mantas.
FRANCISCO DE QUEVEDO
LA NIÑA
Lloraba la niña
(y tenía razón)
la prolija ausencia
de su ingrato amor.
Dejóla tan niña,
que apenas creo yo
que tenía los años
que ha que la dejó.
Llorando la ausencia
del galán traidor,
la halla la Luna
y la deja el Sol,
añadiendo siempre
pasión a pasión,
memoria a memoria,
dolor a dolor
Llorad, corazón,
que tenéis razón.
Dícele su madre:
"Hija, por mi amor,
que se acabe el llanto,
o me acabe yo."
"No podrá ser, no;
las causas son muchas,
los ojos son dos.
Satisfagan, madre,
tanta sinrazón,
y lágrimas lloren,
en esta ocasión,
tantas como dellos
un tiempo tiró
flechas amorosas
el arquero dios.
Ya no canto, madre,
y si canto yo,
muy tristes endechas
mis canciones son:
con lo que llevó
se dejó el silencio
y llevó la voz."
Llorad, corazón,
que tenéis razón.
LUIS DE GÓNGORA
LAS SOLEDADES (FRAGMENTO)
Donde espumoso el mar siciliano
el pie argenta de plata al Lilibeo
(bóveda o de las fraguas de Vulcano,
o tumba de los huesos de Tifeo),
pálidas señas cenizoso un llano
-cuando no del sacrílego deseodel
duro oficio da. Allí una alta roca
mordaza es a una gruta de su boca.
Guarnición tosca de este escollo duro
troncos robustos son, a cuya greña
menos luz debe, menos aire puro
la caverna profunda, que a la peña;
caliginosos lecho, el seno oscuro
ser de la negra noche nos lo enseña
infame turba de nocturnas aves,
gimiendo tristes y volando graves.
De este, pues, formidable de la tierra
bostezo, el melancólico vacío
a Polifemo, horror de aquella sierra,
bárbara choza es, albergue umbrío
y redil espacioso, donde encierra
cuanto las cumbres ásperas cabrío,
de los montes, esconde: copia bella
que un silbo junta y un peñasco sella.
LUIS DE GÓNGORA.
FRAGMENTO
Rostro de blanca nieve, fondo en grajo;
la piel, que está en un tris de ser pelleja;
la plata que se trueca ya en cascajo;
habla casi fregona de estropajo;
el aliño, imitado a la corneja;
tez que, con pringue y arrebol, semeja
clavel almidonado de gargajo.
En las guedejas, vuelto el oro orujo,
y ya merecedor de cola el ojo,
sin esperar más beso que el del brujo.
Dos colmillos comidos de gorgojo,
una boca con cámaras y pujo,
a la que rosa fue vuelven abrojo.
FRANCISCO DE QUEVEDO.
Es la mujer del hombre lo más bueno,
y locura decir que lo más malo;
su vida suele ser y su regalo,
su muerte suele ser y su veneno.
Cielo a los ojos, cándido y sereno,
que muchas veces al infierno igualo;
por bueno, al Mundo, su valor señalo;
por malo, al hombre, su rigor condeno.
Ella nos da su sangre, ella nos cría;
no ha hecho el Cielo cosa más ingrata;
es un ángel y a veces una harpía.
Quiere, aborrece, trata bien, maltrata,
y es la mujer, en fin, como sangría,
que a veces da salud y a veces mata.
LOPE DE VEGA
SONETO
Un soneto me manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto,
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto,
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo y aun sospecho
que voy los trece versos acabando:
contad si son catorce y está hecho.
LOPE DE VEGA
Aztecal VIII
En este poema de muertos
se te murió tu padre,
se murieron tu abuelo y tu siembra
y se acabó la tarde en una mirada.
En este poema de muertos
se murió el amor de tus antiguos,
se murieron tus pájaros
y se calló la estrella de tu frente
como un puñado de rosas enfermas.
En este poema de muertos
se te murió la vida,
y por segunda vez se te murió la patria
cuando tú te quedaste mirando
como un arco iris sin color.
En este poema de muertos
se te partió la sangre en dos ríos azules,
y un esqueleto de sombras
en tus ojos de nieve
busca a pesar de todo, la libertad de tu pueblo.
FRANCISCO AZUELA
SOY EL GUARDIÁN...
Soy el guardián
de la noche,
administrador de los sueños
y de las conquistas.
Mientras ella duerme, contemplo
desde la sombra
la obstinación de la luna.
De sus entrañas
brota mi voz,
sé que me sueña,
¿o es que sus ojos
son mi espejo y su nombre
mi apellido?
De pronto se desliza
entre mis hombros
y estamos juntos.
Me introduzco
al sueño respirando
de su aliento minutos breves.
Somos uno.
Permanecemos bajo paréntesis
hasta que el balbuceo de la luz
mina nuestras paredes.
La noche entonces
abre mis ojos,
baja mis párpados
y al verdadero mundo
me lanza.
...