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Antonio López De Santa Anna


Enviado por   •  3 de Octubre de 2013  •  Ensayos  •  4.831 Palabras (20 Páginas)  •  310 Visitas

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ANTONIO LÓPEZ DE SANTA ANNA

Militar y político mexicano (Jalapa, 1795 - México, 1877). Era un joven capitán del ejército español cuando estalló la insurrección anticolonial en 1810. Tras luchar en el bando virreinal, apoyó a Iturbide una vez que éste se hizo con el poder y proclamó la independencia (1821). Luego encabezó la sublevación que derrocó al régimen monárquico de Iturbide y abrió el proceso para convertir a México en una República federal (1822-24).

Desde entonces se convirtió en el «hombre fuerte» del país por espacio de cuarenta años, si bien su presencia formal al frente del poder político fue intermitente. Su prestigio militar se acrecentó cuando consiguió rechazar una expedición enviada por España con intención de restaurar el régimen colonial en 1829.

Después de derrocar a los gobiernos establecidos en 1829 y 1832, en 1834-35 asumió personalmente la presidencia de la República. Carente de ideas propias, Santa Anna fue un demagogo populista, que empezó gobernando con los federalistas anticlericales, para aliarse luego con los conservadores, centralistas y católicos, con los que tenía mayor afinidad.

En 1835 suprimió el régimen federal aplastando por la fuerza a sus defensores; este refuerzo del centralismo desencadenó la rebelión de Texas, territorio del extremo noreste de México con fuerte presencia de colonos anglosajones. Atacó Texas con su ejército, enfrentándose también a los Estados Unidos, que prestaban apoyo a los rebeldes (1836); pero fue derrotado y hecho prisionero en San Jacinto, enviado a Washington y liberado por el presidente Jackson tras entrevistarse con él.

Había perdido así su ya escasa popularidad; pero una expedición militar francesa contra Veracruz le dio la oportunidad de redimirse en 1838, rechazando al invasor y recuperando su carisma de héroe nacional (perdió una pierna en el combate). Aprovechando esa popularidad volvió a erigirse en dictador en 1841-42; aunque fue obligado a dejar el poder ante la desastrosa situación económica que provocó su gobierno.

Regresó de su exilio en Cuba al año siguiente, al estallar el conflicto entre México y Estados Unidos por la anexión a este país de la antigua provincia mexicana de Texas (independiente desde 1836). Santa Anna, que se veía a sí mismo como el Napoleón de América, se negó a negociar con Estados Unidos a pesar de su situación de inferioridad: provocó así la invasión estadounidense de Veracruz, Jalapa y Puebla (1846). Completamente derrotado, tuvo que firmar el Tratado de Guadalupe-Hidalgo (1848), por el que México perdió casi la mitad de su territorio (además de Texas, California, Arizona, Nuevo México, Nevada, Colorado y Utah).

Partió otra vez al exilio, pero regresó en 1853 para instaurar de nuevo una dictadura conservadora, derrocada por Juárez en 1855. Ya sin poder político, volvió a México en dos ocasiones: la primera durante la ocupación francesa y el Imperio de Maximiliano, que le hizo mariscal (también entonces intentó sin éxito recuperar el poder); y la última en 1874, después de la muerte de Juárez, para pasar sus últimos años pobre, ciego y olvidado por todos.

COSAS ABSURDAS DE SANTA ANNA

Creo que la historia recordara de las más acciones negativas que positivas, ya que durante sus gobiernos México perdió Texas, california, nuevo México, y finalmente se vio obligado a vender el territorio de la mesilla. Además de que en su último gobierno se hizo llamar alteza serenísima, y creo una serie de impuestos absurdos sobre puertas, ventanas y perros.

Como lado positivo podemos decir que los mexicanos de aquella época considerando a santa Anna como un gobernante capaz de dar estabilidad al país, además de ser un hombre de incesante actividad, con una gran capacidad organizativa (el creo de la nada a el ejercito del norte que lucho contra EUA de cerca de 14000 hombres), un hombre valiente que incluso perdió una pierna durante la guerra de los pasteles. Lamentablemente fue un hombre sin principios políticos pues muchas veces fue federalista o centralista según las circunstancias.

En lo personal creo que la mancha de traidor que muchos le atribuyen es falso pues el no ayudo a EUA a que obtuvieran la mitad de nuestro territorio, en primer lugar el dirigió la mayoría de las batallas que se libraron contra los yanquis, el organizo a varios ejércitos para hacerles frente y el tratado de Guadalupe-Hidalgo (en el que México entregaba la mitad de su territorio) fue firmado cuando el había dejado de ser presidente por oponerse a la paz con EUA.

Si Santa Anna cometió errores creo que el pago al morir de la forma más triste y deprimente en la ciudad de México hacia 1876, anciano, pobre, casi ciego y olvidado por todos.

Entre 1833 y 1855, Santa Anna ocupa, con varias licencias que interrumpen su mandato, once veces la presidencia de la república; en realidad cinco años, ocho meses, veintiún días:

Del 16 de mayo al 3 de junio de 1833;

Del 18 de junio al 15 de julio de 1833;

Del 28 de octubre al 14 de diciembre de 1833,

Del 24 de abril de 1834 al 27 de enero de 1835;

Del 18 de marzo al 9 de julio de 1839;

Del 9 de octubre de 1841 al 25 de octubre de 1842;

Del 5 de marzo al 3 de octubre de 1843;

Del 4 de junio al 11 de septiembre de 1844;

Del 21 a1 31 de marzo de 1847;

Del 20 de mayo al 15 de septiembre de 1847;

Y del 20 de abril de 1853 al 9 de agosto de 1855.

Santa Anna pertenece a una generación de militares ex realistas que con el apoyo de los poderes que habían sostenido el régimen colonial, persistente a pesar de la independencia, disputan el gobierno con los liberales que pretenden destruir ese régimen y crear uno nuevo. Esta es la lucha esencial que divide al país entre conservadores y liberales durante las primeras décadas de su vida independiente. Los conservadores piensan que el progreso sólo se puede alcanzar mediante un sistema monárquico y una sociedad corporativa, fundamentados en una iglesia y un ejército fuertes. Los liberales pugnan por una república representativa, federal y popular similar a la norteamericana, que destruya la herencia colonial, las corporaciones y los fueros, y que desamortice los bienes del clero y las propiedades comunales para construir un país de pequeños propietarios. En el contexto de esta lucha, florece la ambición, el oportunismo

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