EL HADA MÁGICA

EL HADA MÁGICA

Un día una pequeña de 5 años decidió buscar un hada para ella, bonita, con alas, y con el cabello largo, así que marchó hacia un misterioso bosque que tenía cerca de su casa convencida de que encontraría lo que buscaba. Empezó a andar y andar hasta que se encontró con una viejito que tenía la cara muy arrugada y una extensa barba. La chica le dijo:

-¿Quién eres tú?

Pero el viejito no respondió. La niña muy perseverante volvió a preguntar:

-¿Hay hadas por aquí?

-No, pero sé dónde hay- dijo el viejito.

-¿Me podría decir dónde están?-dijo entusiasmada la niña.

-Eso depende, ¿ De para qué quieres el hada?

- La quiero para platicar con ella y convertirme en hada después.

-Bueno, entonces ven conmigo. Qué quieres, ¿ser hada primero y encontrar luego el hada, o primero la encuentras y luego eres hada?

-Me gustaría ser hada cuanto antes mejor. – dijo la niña.

-Muy bien. – dijo él viejito.

Así que se dirigieron hacia una cabaña que parecía abandonada. Cuando entraron la niña se sorpendió porque no se creía lo que estaba viendo. La cabaña estaba llena de vasos con un fuego de llama azul, una gran chimenea y unos buhitos bebes. El viejito empezó a sacar botes de un armario, Acto seguido metió su contenido en la olla junto con las palabras:

A la kazam!! A la kazum!!!.. A la Kazim..!! y ..De la olla salió una preciosa hada tal como la niña quería. El viejito le dijo a la niña .Esta pequeña hada será tu nueva compañera, se llama Luli, solo falta que le pidas el deseo de convertirte tú también en hada. La chica se sorprendió muchísimo, pero hizo lo que le había pedido. A los pocos segundos empezó a encogerse y de repente…¡Pum!, ella también se transformó en una preciosa hada.

Gracias, gracias-dijo la niña. -De nada dijo el viejito. Ahora tenemos que volver al bosque, pero no te asustes ya que al convertirte en hada ahora podrás ver lo que había invisible para la vista de las personas corrientes. Allí encontraremos a otras hadas y nuevos amigos. Al salir aparecieron en un bosque totalmente distinto al que conocía la pequeña. En él se encontraban duendes, árboles charlando celebrando el cumpleaños de una ardilla, y hadas, muchas hadas. Una rubia, otra morena, otra verde, otra azul, otra amarilla, otra negra, y así de todos los colores. Sus nuevos amigos del bosque mágico bautizaron a la niña convertida en hada con el nombre de Pétalo. Pétalo encontró el hogar que deseaba junto a las hadas y otras criaturas que le mostraban la belleza

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