Cuento hada magica

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Era hace una  vez en un pueblo muy muy lejano, vivía un hada madrina llamada Anne. Ella era un hada hermosa, con ojos azules, su cabello color era castaño claro, muy largo por cierto, que le gustaba cepillarlo tres veces al día, a Anne le encantaba usar vestidos de seda color azul, cumplir los deseos de los habitantes del pueblo y le fascinaba volar.

Solo que había sucedido un problema, los habitantes del pueblo abusaban de la nobleza de Annie, durante el día y la noche tocaban su puerta pidiéndole que por favor les concediera otro deseo. Anne les pedía que solo fueran durante el día, que la debilitaban mucho con tantos deseos, pero la gente no entendía, solo veían por el bien de ellos. Claro que la querían mucho, pero no se daban cuenta del gran daño que le estaban haciendo.

Ella estaba cansada y debilitada de conceder tantos deseos que quería dejar de tenerlos. Durante su poco tiempo libre se iba a buscar al rededor del pueblo a ver si se encontraba a otra hada madrina  para que le ayudara con todos los habitantes, pues esto ya se le había hecho un gran problema. Anne no podía entender que no podía dejar de conceder deseos porque era un don que le había heredado su abuela.

Meses después Anne la hada madrina comenzaba a tener dificultades para volar, pues sus alas se estaban rompiendo. La gente del pueblo comenzaba a darse cuenta que algo le estaba pasando a Anne y fue donde se comenzaron a preocupar por ella pero no fue suficiente para que le dejaran de pedir deseos.

Anne después de dejar de volar, comenzó a tener un color pálido, y a tener problemas con su don de deseos, pues lo que pedía la gente ya no se les concedía y los habitantes del pueblo se enojaban, pero no entendían que ellos mismo habían provocado ese problema en ella hasta que Anne logro explicarle a una señora del pueblo ella logro comprenderla, y les comunico a todos los habitantes lo que estaba ocurriendo.

Les dijo todos nosotros tenemos la culpa de lo que le está ocurriendo a Anne nuestra única hada madrina, no todo el mundo tiene la suerte para tener una y nosotros no sabemos cuidarla, abusamos y nos aprovechamos de sus poderes pensando solo en el bien de nosotros y no en el de ella.

Todo el pueblo entristecido por lo que estaba ocurriendo fueron a pedirle una gran disculpa a Anne por abusar de sus poderes, pero claro que eso no fue suficiente para que ella recuperara sus alas, ella se encontraba muy mal. Poco a poco el pueblo la fue cuidando, duraron meses sin pedirle un solo deseo y eso ayudo a  Anne, ella fue recuperando su fuerza logro poder volar de nuevo y el pueblo festejo su salud durante un mes, pues sufrían mucho porque la veían muy mal.

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