Chupitos era un niño zambito de diez años que tenía grandes ojos con largas pestañas

Chupitos era un niño zambito de diez años que tenía grandes ojos con largas pestañas y una jeta burlona. A el lo llamaban Chupitos porque un día lo encontraron en la botica San Lázaro, pidiendo curita para cubrir sus chupitos que tenía; un día perdió su trompo jugando a la cocina con Carmona este juego consistía en que el que pierde tiene que entregar su trompo al ganador, como había perdido su trompo andaba triste ya que le había costado veinte centavos y era de Naranjo a este lo había arreglado así como su padre arreglaba sus ajisecos, cenizos, caramelos, este era su mayor orgullo, siempre andaba con la cabeza en alto, porque había tenido grandes victorias con el pero ahora el dueño de su querido trompo era Glicerio Carmona y él no podía hacer nada para recuperarlo es tuvo una vida muy dura porque Desde que nació Chupitos había sufrido mucho, estuvo a punto de morir en el callejón Nuestra Señora del Perpetuo Socorro donde vivía pues una vecina olvido una plancha sobre un trapo y este se incendió y así todo el callejón. Su madre salió en brazos de su esposo y una hermana de este alzo a chupitos tiempo después su mamá Aurora; lo abandono, cuando su padre Demetrio descubrió que ella lo engañaba, pero antes de abandonarlo su esposo le propino una paliza a ella y a su amante. Por este hecho fue a parar a la cárcel por quince días. Su vida de chupitos fue muy dura, su mejor compañero era su trompo. Pero como ya lo había perdido ahora necesitaba otro trompo para su venganza, pidió a su padre treinta centavos y con esto se compró un nuevo trompo, ahora preparo su venganza

Ahora chupito chantaría su antiguo trompo que un día fue, pero que hoy estaba en manos de Carmona, todo indefenso ahora él tendría que clavarle la púa y así fue, cuando lanzo el violento clavo, todos gritaron lo rajaste, había partido su viejo trompo, aquel trompo que lo dio tantas victorias, se alejó dejando su nuevo trompo vencedor.

...