Cuento De Hadas

Un cuento de hadas

Hace mucho tiempo en una ciudad, vivía una familia feliz. El papá se llamaba Luke, la mamá se llamaba Jocelyn y los niños eran Jonathan y Clary. Ellos eran una familia muy unida. Clary era tímida, tan solo 10 años, mientras que su hermano era muy social, él tenía 14, y a pesar de su diferencia de edad, se cuidaban y ayudaban mutuamente. Ella nunca llegaba a hacer amigos, pues aparte de ser tímida, nunca se quedaban más de un año en una ciudad, ya que se mudaban mucho, por el trabajo de su papá.

Un día, Luke llegó del trabajo y citó a toda la familia al comedor porque tenía algo que decirles.

-Familia, les tengo una noticia-

Al oír eso, Clary sabía lo que venia. Ella ya sabía que al oír decir a su papá “familia, les tengo algo que decir” siempre se mudaban.Luke tomó aire y se dirigió a ellos –Me volvieron a transferir, ahora nos iremos a vivir a una pueblo muy bonito, se llama Mostar. Es muy pintoresco, me mandaron toda la información, Jonhatan tienen un equipo de futbol, al cual ya te inscribí-.

Al oír eso Jonhatan no pudo controlarse y saltó de alegría.

Luke prosiguió –Cariño, hay muchas tiendas de ropa y uno lugares hermosos dignos de estar en tus cuadros, y Clary…- Se dirigió a su pequeña hija, la tomó e hizo que se sentara en sus piernas –Me contaron por ahí que hay muchas leyendas sobre hadas que visitan el pueblo cada noche, quizás tengas suerte y te hagas amiga de una de ellas-.

Al día siguiente empacaron sus cosas y fueron al aeropuerto. El vuelo duró 11 horas, mientras tanto Clary dibuja en su cuaderno como imaginaba que serian las hadas. Había visto muchas películas de hadas y seres mágicos, así que no estaba tan desinformada. Al aterrizar, no veía un pueblo pintoresco como lo describía su padre; estaba desierto, solo podía ver el aeropuerto.

Lo jaló de la maga de su chaqueta -¿Dónde estamos papá?-. Luke la miró y le respondió

–En el aeropuerto de Croacia, como Mostar no tiene, tendremos que ir en avioneta-.

Clary se le quedo viendo pensativamente –Es como un avión- le explicó su padre -solo que más pequeño y se usa para llegar a lugares remotos, como Mostar-.

El viaje en avioneta no fue tan largo como pensó. Al llegar a Mostar, Jocelyn, Jonhatan y Clary estaban asombrados, era el lugar más hermoso que habían visto, y eso que habían visitado muchos. El pueblo parecía salido de un cuento de hadas, se encontraba cerca de las montañas, las casas eran pintorescas, tenían un puente que atravesaba en río de agua cristalina, el cielo del azul más hermoso que habían visto con unas pequeñas manchas blancas. Los alrededores eran de un verde intenso, cerca de Mostar se veía un campo lleno de flores de todos colores, parecía un arcoíris. Clary quedó boquiabierta.

–Se los dije familia, es hermoso-. Les dijo Luke. Rápidamente se instalaron en una casa color escarlata, tenia ventanas en la parte superior, donde estaban los cuartos. Al entrar, la casa era rustica, tenia muebles de madera y una chimenea. Clary y Jonhatan subieron rápidamente a ver sus habitaciones, la de Jonhatan era de un azul egipcio, la cama, el closet y escritorio eran de madera de cerezo, lo cual hacia que el azul de la habitación resaltara aún más; la de Clary era de un color rosa cereza, tanto la cama como los demás muebles

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