Descifrar Discursos

DESIFRAR DISCURSOS Y AJUSTARSE A NUEVAS EXPECTATIVAS

Es notorio que el Ecuador está en la lista de los países latinoamericanos que maneja una corriente de izquierda no como la del populismo del pasado donde existía la pérdida del valor del dinero y el porcentaje de inflación crecía a niveles exorbitantes donde se volvía inmanejable la economía del país pasando a un crisis donde los pobres siguen siendo los más afectados pero tampoco no muy alejado de este.

Varios países de Latinoamérica comparten esta misma ideología del populismo como Venezuela, Bolivia, cada uno manejando su corriente de distinta manera, Ecuador no obstante maneja una ideología izquierdista con mezcla de varios ideales reformista.

Y es así que el Presidente Rafael Correa es un reformista de libro busca que el país sea justo y beneficioso sin atentar a las líneas centrales una social democracia; implementando un sistema de disciplina fiscal muy estricta como también medidas económicas por el alto déficit de la balanza comercial como la subida de precios producto de aranceles y nuevos impuestos.

Y a todo esto, las medidas económicas implementadas resultan ser algo contradictorias a pesar de que exige a las empresas del sector privado según las leyes un mejor trato al empleador como una remuneración justa, con todos los beneficios que por ley le corresponde. El estado al manejar muchas industrias estratégicas se ven obligados a las mismas medidas produciendo un gasto público elevado y a todas estas restricciones evita la inversión extranjera, el crecimiento de la media industria, genera desempleo.

Es realidad aquel discurso reformista donde se va a lograr una revolución ciudadana, donde se niega la lucha de clases y genera una igualdad social. Sera acaso que es diferente la nueva corriente de izquierdista al populismo del pasado. Podemos estar seguros que por el momento que empresas como Claro, Unilever y Plastigama empresas grandes del Ecuador generan empleos justos, acatan las leyes y pagan impuestos todo esto producido por las reformas del gobierno que han generado una estabilidad laboral, pero hasta qué punto la economía del país podrá aguantar toda esta inyección de liquidez y que las empresas privadas sigan creando generando plazas de trabajo

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