EL CEMENTERIO DE POMUCH

EL CEMENTERIO DE POMUCH

Érase una vez en un pueblo llamado Pomuch ubicado entre los Municipios de Hecelchakán y Tenabo del camino real; una mujer que la consideraban una bruja porque dedicó toda su vida en practicar la magia negra en ese lugar, ocasionando mucha maldad y sufrimiento entre la población, por lo que los habitantes le tenían odio y coraje y a la vez mucho miedo porque no se tentaba el corazón en quitar la vida a cualquier persona si así se le antojaba; con el paso de los años  de  manera misteriosa fallece y es enterrada en ese cementerio con música y juegos artificiales ya que por fin  la gente se había librado de tan mala persona.

Después de cumplir los tres años sepultada y  como es la costumbre de la población realizar la exhumación de restos óseos de las personas fallecidas. En este caso a Don Venancio Moo y su compañero Don Julio Kalán  que eran en ese entonces los sepultores de ese cementerio  les tocó realizar la exhumación del cadáver de esta persona; pero grande fue la sorpresa de los dos que al destapar la cripta, sacar el ataúd y abrirla  vieron que la mujer no se había desintegrado sino todo lo contrario parecía intacta el cadáver y le habían crecido las uñas, los bellos de la mano, así como su cabellera, de tal forma que parecía que estuviera viva todavía.

Don Julio Kalan quedo impresionado al ver la macabra escena de la mujer mientras que Don Venancio Moo cierra de inmediato la caja y la introduce en la bóveda de nuevo para luego sellarlo con cemento; rápidamente los dos se quitaron corriendo y asustados del cementerio; contando a todos los del pueblo lo sucedido con el cadáver de la bruja. Según lo que dicen la mujer permanece en la cripta la cual fue encadena y enrejada con protectores gruesos llenos de púas con la única finalidad de que no la vuelvan a sacar.

Desde ese entonces en las temporadas de lluvias y tormentas eléctricas se escuchan ruidos extraños en el cementerio de Pomuch.

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