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EL ZAPATERO Y EL HACENDADO


Enviado por   •  7 de Junio de 2014  •  Ensayos  •  644 Palabras (3 Páginas)  •  1.084 Visitas

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EL ZAPATERO Y EL HACENDADO

Había una vez un zapatero, pobre, que cantaba todo el día y dormía toda la noche. Y había también un hacendado, muy rico, que no cantaba nunca y no dormía casi nada.

¡Ay!-dijo el hacendado-. ¿Cómo hará mi vecino, el zapatero, tan pobre, para cantar y dormir? Yo, con todo el dinero que tengo, apenas si pego los ojos y no sé cantar ni “el arroz con leche”.

Así, que el hacendado llamó a la puerta del zapatero y le preguntó: ¿Cuánto dinero guardas por año?, el zapatero contestó: -Nada. Lo que gano con mi trabajo, me alcanza justito para comer.

Este hombre es un simple-pensó el hacendado-. Creí que tendría algún motivo para cantar como canta y dormir como duerme, pero no tiene nada de nada. Le daré cien monedas de oro para que las guarde.

El zapatero se emocionó tanto que empezó a buscar un lugar seguro donde guardar las monedas, pero cuando estaba durmiendo, lo despertó un ruido y se levantó alarmadísimo, pensando que estaban robándole las cien monedas de oro, pero por más que buscó, no encontró nada.

No pudo dormir y tan cansado estaba, que apenas pudo trabajar, y menos cantar. Un día dijo ¡Basta!, sacó las monedas y se las llevó al hacendado diciéndole –No las quiero tener. Por cuidarlas, no hago otra cosa, ni tengo un momento de tranquilidad. Téngalas usted que está acostumbrado a eso. Yo quiero trabajar en paz, dormir de noche y cantar de día. Y así fue. Al otro día de nuevo se escuchó al zapatero cantar desde el amanecer hasta bien entrada la noche.

(259 palabras)

BEARNES, Beatriz. Fábulas. Para leer en voz alta. México, Salvat: SEP, 1993. (Libros del Rincón)

GUÍA PARA EL APLICADOR:

EL ZAPATERO Y EL HACENDADO

TEXTO PALABRAS

Había una vez un zapatero, pobre, que cantaba todo el 10

día y dormía toda la noche. Y había también un 20

hacendado, muy rico, que no cantaba nunca y no dormía 30

así nada. ¡Ay!-dijo el hacendado-. ¿Cómo hará mi vecino, 40

el zapatero, tan pobre, para cantar y dormir? Yo, con 50

todo el dinero que tengo, apenas si pego los ojos 60

y no sé cantar ni “el arroz con leche”. Así, 70

que el hacendado llamó a la puerta del zapatero y 80

contestó: -Nada. Lo que gano con mi trabajo, me alcanza 90

justito para comer. Este hombre es un simple-pensó el 100

hacendado-. Creí que tendría algún motivo para cantar

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