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18 DE ABRIL DE 2014

12:05 AM

JIMENA SOTO

Colaboró:

- JASON TORRES

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GABRIEL GARCÍA MARQUEZ

Elecciones 2014

estrella“Mi esposo me dijo: -En la mesa de atrás está Gabriel García Márquez- y yo que pensé que era una broma por ser el día de los inocentes y me molesté. Entonces él me dijo: -te juro que atrás está García Márquez. Cuando volví a ver lo reconocí y él se levantó de la mesa, yo envié a mi esposo al hotel por el libro y los ensayos y logré interceptar a su esposa, doña Mercedes Barcha, quien me contactó con él”.

Así inició el relato de Estrella Cartín, presidente de la Academia Costarricense de la Lengua, que hace diez años viajó a Cartagena, Colombia, con su libro “Interpretación de Cien años de Soledad” y sus ensayos sobre la obra literaria de Gabriel García Márquez, esperando encontrarse con el escritor.

No fue una broma de su esposo William Guier; efectivamente en la mesa detrás de la de Estrella Cartín estaba Gabriel García, acompañado de su esposa Mercedes Barcha y de unos amigos se disponía a irse cuando Cartín los llamó.

“Conversamos larguísimamente. Yo le hice notar que él disimulaba la erudición, que él era un hombre erudito que quería aparentar que no lo era y él se reía”, comentó Cartín.

La filóloga, quien ha dedicado parte de su vida al estudio de la obra García Márquez, guarda en la memoria ese encuentro inesperado y ante la noticia de que el escritor, periodista y columnista falleció, asegura que hay un antes y un después de Gabriel García Márquez para la literatura hispana y que pasará tiempo antes de que alguien pueda igualar su legado.

“Cuando le comenté que había escrito muchas cosas y un librito sobre su obra, él me dijo: -¡A ver! ¿Cómo es eso? ¡Cuénteme!- Le hablé de mi tesis sobre “Cien años de Soledad”- dice Cartín. -”¿Cómo es eso? y ¿por qué nunca me había dicho nada? Me dijo él como sorprendido de no saber y yo le dije que bueno, que pensaba que él era uno de esos semidioses del Olimpo a los que uno no tiene acceso y él me dijo: – ¡Esas son cosas que inventan!”, aseveró Cartín.

garcia marquez

La conversación siguió larga y tendida por varias horas, según cuenta Cartín, e incluso platicaron de un profesor que tuvieron en común

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