El Eclipse

Estética y estilos literarios.

06 de diciembre de 2013.

Margarito Escorcia Reyes.

El Eclipse

(Augusto Monterroso)

Análisis literario

1. Texto

«Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.

Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.

Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.

Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.

-Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.

Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.

Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.»

2. Análisis de la obra

Es una de las obras más representativas del género más breve de la literatura: el microrrelato o cuento breve. Destaca por su sencillez y por su exquisita ironía. “El Eclipse” es, pues, un relato corto del autor guatemalteco Augusto Monterroso. Fue publicado en 1959 como parte de “Obras Completas” (y otros cuentos), el cual consiste en una colección de historias inclinadas a la parodia, la fábula marcada por el absurdo, el humor negro y la paradoja.

Aquí se dan a conocer los que serán los rasgos fundamentales de su personalidad narrativa como el intercambio entre el humor y la seriedad, la burla de los estereotipos y la inclinación por la brevedad de la escritura.

La obra se sitúa o escenifica en la primera mitad del siglo XVI, durante el periodo de Conquista Española. Narra las últimas horas de vida de Fray Bartolomé Arrazola. Perdido en la selva guatemalteca, es tomado cautivo por nativos mayas quienes se disponen a darle muerte.

Para salvarse y como último recurso pone en práctica su conocimiento occidental para tratar de convencer a sus captores y lograr que le perdonen la vida mediante engaños. Utiliza su conocimiento científico: “Si me matáis, puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura”, en clara alusión al próximo eclipse, asumiendo que los nativos no poseen estos conocimientos. Se atribuye poderes divinos para explicar lo que, bajo su concepción era ignorado por los indígenas. Finalmente el fraile muere, ya que no se imaginó que sus captores tenían los mismos o tal vez superiores conocimientos, por ende no cayeron en la trampa.

3. Elementos de la narración

 La obra está escrita en prosa y en tercera persona.

 Personajes: El fraile Bartolomé Arrazola y los indígenas mayas.

 El protagonista es Fray Bartolomé Arrazola.

 Los antagonistas: los indígenas mayas.

 Espacios: la selva guatemalteca y el altar de sacrificio son los únicos espacios que se refieren en el cuento.

 Tiempo: el cuento se desarrolla en tiempo pasado y presente ya que en el comienzo, el fraile al pensar en morirse piensa en su natal España, es en esa parte donde el cuento está en tiempo pasado, mientras que el desarrollo y el final se narran en tiempo presente. Hay un tiempo heteróclito

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