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El Gato Con Botas


Enviado por   •  13 de Agosto de 2014  •  916 Palabras (4 Páginas)  •  218 Visitas

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EL GATO CON BOTAS

Érase una vez un molinero que tenía tres hijos. Cuando murió, les dejo como herencia todo lo que poseía. Simón, el mayor de los tres, heredo el molino; Alberto, heredo el asno y Néstor, el más joven, heredo un gato.

Inmediatamente, Simón empezó a trabajar en el molino y Alberto se dirigió con su asno a la ciudad. ‘‘Trabajare transportando mercancía”, se dijo. Néstor por su parte, meditaba en que forma podía asegurar su subsistencia. ‘Ése gato no me servirá para nada. Además de para buscar comida para mi tendré que alimentarlo a él también”, se lamentó.

-No se ponga así, amo –dijo de repente el gato-. Tengo un plan que nos hará ricos.

-¿Qué puedes hacer tu? ¡Eres tan solo un gato! –dijo Néstor.

-Consígueme un sombrero fino, un par de botas y un saco –pidió el gato-.Yo me encargo del resto.

-Porque no –dijo Néstor resignado-.Nada podrá ser Peor.

Cuando el gato estuvo vestido como deseaba, se dirigió al arroyo más cercano.

Se agazapo en la orilla y con sus garras saco una docena de peces.

Lleno el saco con los pescados, se dirigió al palacio real y pidió audiencia con el Rey.-¿Para qué quiere un gato ver el rey? -Pregunto el guardia.

-Tengo que entregarle un regalo que envía el marqués de carabas –respondió el gato. El guardia lo dejo entrar y fue recibido por el Rey, la Reina y la princesa carolina.

-El marqués de carabas envía sus respetos a vuestras Majestades y os pide que aceptéis estos pescados del lago de su hacienda –dijo haciendo una pequeña reverencia.

-Diga usted al Marques que apreciamos su amabilidad –dijo el Rey. Pero cuando el gato se retiró pregunto: -¿Quién es ese Marqués? –Nunca he oído hablar de el –respondió la reina.

Durante los días siguientes, el gato regreso varias veces al palacio, llevando siempre un regalo para la familia real.

-¡Ahí viene de nuevo ese gato! Y ¿Quién es ese tal marques de carabas? Se preguntaban los cortesanos.

Como nadie sabía la respuesta empezaron a inventar algunas:

-He oído que es el hombre más rico del reino –dijo alguien. –y el más apuesto –agrego una joven.

Un día el gato llevo un faisán a la Reina. –Tu marques parece ser muy buen cazador –dijo ella.

-es solo uno de sus múltiples talentos –respondió el gato.

-pero, ¿Por qué nunca lo hemos visto?

Dile que venga. Queremos conocerlo.

Esa noche, el gato anuncio a su amo que había sido invitado al palacio.

-¡pero esto es absolutamente ridículo!

¡Mírame! ¡ni siquiera tengo una camisa decente!

-no te preocupes, amo. Yo me encargo de todo – respondió el gato.

Al día siguiente, el gato invito a Néstor a bañarse en el rio.

-quítate la ropa y metete al agua –le dijo. –Pero no sé nadar

-respondió Néstor. –Entra y quédate cerca de la orilla –replico el gato. Pero cuando su amo puso un pie en el rio, lo empujo y Néstor cayó en aguas profundas. Tal como el gato lo había planeado, la corriente lo arrastro aguas abajo hasta que llego debajo del puente.

En ese momento paso el carruaje del Rey. . ¡Auxilio!!! –grito Néstor! –grito a su vez el gato-.se está ahogando el marqués de carabas.

El rey ordeno a dos de sus hombres que rescataran a Néstor y envió un paje al palacio para que trajera ropa seca. En muy pocas horas, Néstor se encontró vestido con un traje digno de un marques. –sería un esposo muy apuesto, ¿no crees carolina? –susurro la reina al oído de su hija. –marqués, usted debe estar exhausto –dijo el Rey-. Permítanos escoltarlo.

-¿Dónde queda su castillo? –pregunto el consejero del rey que comenzaba sospechar del gato y de Néstor.

-bueno, yo no tengo un castillo que se encontraba en la colina agrego:

-Es aquel que se encuentra allá arriba. Ahora si me excusan, tengo asuntos que atender –dijo el gato saltando del carruaje.

El gato corrió para adelantarse al carruaje y pidió a los labradores que trabajaran en los campos:

-si alguien preguntaba a quién pertenecen esas tierras, respondan que l marques de carabas. ¡Ah!

Y el castillo también.

-Con todo gusto, señor –le respondían.

El gato llego al castillo y toco en le inmensa puerta. Esta se abrió lentamente.

El gato entro sigilosamente Y recorrió los oscuros salones del castillo. De pronto, un horrible ogro apareció frente a él.

-¿Qué estás haciendo en mi castillo?

- He oído que usted tiene poderes mágicos y que puede transformarse en león o en elefante. ¿es verdad? –pregunto e, inmediatamente, el ogro se transformó en un león.

-¿Qué piensa usted? – Le dijo.

-¡le creo! ¡Le creo! – Dijo el gato-.

¿Pero, puede usted convenirse en ratón?

-¡Puedo hacer cualquier cosa! Respondió el ogro orgulloso. Pero tan pronto se transformó en un ratón, el gato salto sobre él y se lo comió.

Entre tanto, el carruaje se acercaba al castillo.

-¿Quién es el dueño de estos campos?

-pregunto el Rey.

-El marqués de carabas –respondió un labrador.

-¿y el castillo, también le pertenece?

-sí, su majestad –le respondió.

El gato recorrió todo el castillo a toda prisa para abrir las cortinas y las ventanas y dejar que la luz y el aire fresco entraran. Luego se dirigió a la entrada, en el mismo momento en que llegaba el carruaje real. Bienvenidos al castillo del marques de carabas –anuncio.

-¡es fantástico! –respondió la reina.

Se ve que usted ha trabajado duro joven –dijo el Rey dirigiéndose a Néstor.

-Sí. Así parece –contesto. Pero Néstor ni siquiera estaba mirando el castillo. Sus ojos no se podían apartar de la princesa.

Meses más tarde, se celebró la boda de Néstor y la princesa que vivieron felices para siempre. Y, por supuesto, acompañados por tan

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