El poder del amor

EL PODER DEL AMOR

Era una noche maravillosa, nos habíamos trasladado un grupo de amigos y  amigas, mi esposa y yo a la ciudad de Juanacatangala, un lugar muy hermoso, con bella naturaleza, hermosos ríos, y bellas personas.

Esa noche estábamos en un pequeño barrio de ese país compartiendo, tomando y mirando  los paisanos de ese lugar que disfrutaban muy feliz de la música y el ambiente, cuando de repente se almo una balacera, todo el mundo corría y  nosotros sin ser de ese lugar nos vimos todos rápidamente atrapados por las tropas militares llamadas el FAT, fuimos cautivos junto a decenas de personas, entre ella la presentadora de televisión apocalipsis, el cual era bailarina aquella noche del lugar donde estábamos.

Nos llevaron a una casa alejada de la ciudad, situada en los manglares de la serba, allí nos hicieron sus mascotas, nos  pusieron a pelear unos con otro, nos lanzaban a los tigres, nos dieron golpes, a otros lo lanzaban desde un alto solo para verlos caer. Mi esposa y yo estábamos en lugares desapartados, mi preocupación por lo que quizás le fuesen a hacer crecía mas y mas cuando de repente el jefe de aquellas tropas les ordena  echarle sacos de detergente a la piscina.

Luego empezaron a esposar de dos en dos a las personas para que las mismas cruzaran la piscina de un extremo a otro con la escusa de que si la lograban cruzar lo iban a dejar ir, muchas de esas personas no lograban sobrevivir al intento, ya que se ahogaban tratando de nadar y llegar al otro lado.

Cuando me toca el turno y me van a esposar con uno de los chicos presos yo hablo con uno de los guardias encargados de aquella masacre y le pido que me permita cruzar la piscina pero con mi esposa, es cuando en ese momento la van a buscar y la esposan junto a mi, mi esposa asustada llorando, trato de calmarla diciéndole que todo estará bien.

Nos lanzamos a la piscina y es en ese momento me doy cuenta de que ella no sabia nadar, en ese momento no pensé y solo se me ocurrió hundirme yo para poder levantarla y así no se ahogaba, fue así que logramos cruzar dicha piscina de un lugar a otro. Detrás de mi se lanzaron otra pareja de esposos los cuales cruzaron también la piscina ya que al momento de caer al agua se besaron logrando así su travesía.

Cruzamos como 20 personas de 50 que se largaron a la piscinas, el restante se ahogo en el intento por sobrevivir. En un momento que estamos sentados de repente llegan un grupo de militares a nuestro rescate y es allí que decidimos irnos a la fuga, nos lanzamos por una bajada y logramos escapárnosle, pero esto no duro mucho ya que el grupo de militares que fueron a rescatarnos murieron en el intento.

Al ver que nos iban a perseguir corrimos yo desesperado le decía a mi esposa, mi amor vamos corre mas rápido por favor te lo pido vamos corre corre no te canses, llegamos a un lugar donde pensábamos que los habíamos perdido y no fue así prontamente ellos estaban por echarnos el guante.

Volvimos a correr para no dejarnos alcanzar pero las balas que nos largaban aquellos militares hirieron a muchos de los que estaban conmigo, de repente nos arrinconan a mi y a mi esposa 2 de aquellos bastardos, y es cuando yo le lanzo un cuchillo a uno de ellos pegándoselo en la cabeza, el otro me disparo y me hirió en un brazo, nos les escapamos y llegamos a un pequeño pueblo en donde allí veo a un motorista y rápidamente le digo a mi esposa que se monte con aquel motorista y se valla, ella se monto llorando ya que no quería dejarme en aquel lugar, sigo caminando y es cuando mas adelante veo una camioneta con las llaves puesta.

Procedí a montarme y a arrancar apresuradamente para lograr alcanzar a mi esposa, la vi que iba en el motor sola, pero cuando ella miro la camioneta que iba detrás de ella apresuro el motor pensando que eran aquellas personas, logre acercarme le y se monto conmigo en la camioneta. Y es así como logramos salir de aquel lugar, llegando prontamente a la carretera que conducía a la ciudad de aquel país.

Llegamos rápidamente a la embajada dominicana, y nos atendieron, yo me había desangrado mucho pero el intento por salvar a mi esposa fue tan fuerte que no me di cuenta de toda la sangre que había perdido, me desmaye y cuando desperté ya estaba en mi bello país.

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