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Elementos Del género Narrativo:

ANAHATA0225 de Febrero de 2013

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Elementos del género narrativo:

Narrador

Cuando hablamos de narración podemos asociarlo al discurso expositivo, pues es una de sus manifestaciones, pero también sus componentes adquieren suma importancia en este género literario, que es la narrativa. Desde esta perspectiva podemos señalar la figura del narrador, que es un ser ficticio, creado por el autor y que responde a diferentes tipos, según el grado de conocimiento que posea:

Narrador Omnisciente

Es el narrador con conocimiento total o absoluto, el que sabe todo lo que acontece dentro de la historia, conoce a los personajes en su interioridad y por ello puede describirles de un modo detallado.

Narrador Personaje

Es el narrador que tiene una participación protagónica dentro de los hechos que suceden en la historia, es un personaje más dentro de la misma y desde esa posición va relatando los hechos. Asimismo, el narrador puede participar de un modo secundario.

Narrador Testigo

Es aquel narrador que estuvo o está presente al momento en que acontecen las situaciones, pero no participa directamente de éstas. Posee un conocimiento de tipo parcial.

Los Personajes

Así también, dentro de la narrativa cumplen un rol preponderante los personajes, que son los actores, quienes efectúan las diferentes acciones que se suscitan a los largo de la trama de ficción. Los personajes pueden cumplir un rol pasivo o activo dentro de la historia. Según lo anterior, podemos reconocer a los personajes de la siguiente forma:

Contextos Referenciales

Es el mundo ficticio en el que se desarrollan y desenvuelven los personajes. El contexto es fundamental para entender y conocer a los que actúan, pues es determinante el espacio físico, el ambiente, el entorno social y la cultura donde se lleve a cabo la acción.

Designación de Personajes

Es la “rotulación” que reciben los personajes, si se les designa con un nombre propio o un apellido o ambos o se hace utilización de un pronombre para referirse a los participantes de la obra. En ocasiones es totalmente desconocida la identidad de los personajes.

Caracterización Indirecta

Son las deducciones que podemos efectuar de los personajes de una obra y esta inferencia permite hacer una construcción de cómo son éstos y se realiza a partir de sus comportamientos, modos de reaccionar, de interrelacionarse, entre otros.

Descripciones

Esta es una de las formas más recurrentes para conocer a los personajes, ya que por medio de las descripciones es posible hacerse una idea específica de ellos. Las descripciones pueden clasificarse en tres tipos:

Psicológicas

Son aquellas que el narrador realiza de un personaje, en cuanto a su estado interior, psicológico, que determinarán su temple o su ánimo dentro de la historia narrada y serán relevantes en su modo de actuar.

Físicas

Son las descripciones detalladas de los aspectos físicos de los personajes, aspectos que muchas veces tienen estrecha relación con su forma de comportarse.

Morales

Lo ético o moral dentro del texto, será o que determine el mismo autor, ya que las reglas morales de comportamiento o de proceder en la vida diaria, no serán las mismas que se aplicarán a la literatura, dependiendo del mundo creado por el autor y lo que desee transmitir, dentro de un contexto específico. De esta forma, serán juzgados los hechos acorde a esta perspectiva.

Retrato

Se refiere a la mezcla y unión de las descripciones psicológicas y físicas, donde el narrador hace una especie de cuadro, de retrato de un personaje, caracterizándole desde ambos puntos de vista y, de este modo, haciendo una configuración integral del mismo.

Ejemplos:

Fabula.

PESCADITO, APRENDIZ DE VALIENTE

(Beatriz López Puertas)

En lo más profundo del mar vive una familia de besugos formada por Papá Besugo, Mamá Besugo, Benjamín y Pescadito; Benjamín es aún un bebé y apenas si sabe nadar, pero Pescadito ha cumplido ya cuatro años y empezará pronto a ir a la escuela.

- Pescadito -decía mamá besugo- la semana que viene empezarás a ir a la escuela como los demás pececitos de tu edad.

- ¡Pero si yo no necesito ir a la escuela mamá!, aprendo mucho más cuando me voy a nadar con el abuelo.

- Ya sé que aprendes muchas cosas con el abuelo, pero en la clase te enseñarán muchas más y así podrás pronto ser un pez mayor.

Pescadito no parecía estar muy convencido, pero si su mamá se lo había dicho tendría que obedecer.

El lunes siguiente, Mamá Besugo despertó a Pescadito mucho mas temprano que otros días.

- ¿Por qué me despiertas tan pronto? aún no ha salido el sol.

- Ya lo sé, pero hoy es tu primer día de escuela y tienes que ir bien arreglado para que la maestra no piense que eres un pececito descuidado. Después de vestirse, peinarse y tomar un sabroso desayuno, Pescadito se fue a la escuela.

- ¡Buenos días pequeño! -saludó la maestra- siéntate ahí junto a la Pequeña Ostra.

La clase había comenzado, Pescadito no prestaba demasiada atención y se dedicaba a hablar con su nueva amiga.

- Yo no necesito estudiar, ya sé todo lo que hay que saber sobre el mar, mi abuelo me lo ha enseñado.

- Entonces... ¿qué haces aquí? -preguntó la pequeña Ostra.

- Es que mi mamá me lo ha mandado, pero... creo que la voy a engañar y mañana en lugar de venir a la escuela iré en busca de aventuras.

- No debes hacer eso, te podrías perder.

- Yo no me pierdo, soy muy listo -dijo Pescadito.

- Y cuando la maestra pase lista y pregunte por ti, ¿qué le voy a decir?

- Tú le dices que no sabes nada.

Tal y como había dicho Pescadito, a la mañana siguiente cuando se despidió de su mamá se fue por el camino contrario al de la escuela en busca de aventuras.

Después de nadar un buen rato, el pequeño se sintió cansado y decidió hacer un alto en el camino.

- Descansaré aquí sobre esta Estrella de Mar que está dormida, espero que no le importe.

Pero la Estrella se despertó...

- ¿Qué haces aquí, acaso has pensado que soy una cama?

- Lo siento mucho señora Estrella pero pensé que como estaba dormida no le importaría.

- ¡Pues claro que me importa! ¡vamos, vete de aquí ahora mismo!

La primera parada de Pescadito no había sido muy afortunada, así que decidió intentar descansar en otro lugar.

- Espero encontrar un sitio cómodo donde descansar, tal vez encuentre un Caballito de Mar que me deje sentarme en su lomo...

Pero como el pobre pececito no encontró ningún Caballito de Mar ni ningún otro sitio apropiado para descansar decidió volver a casa.

La vuelta se le estaba haciendo demasiado larga, no recordaba haber nadado tanto, ¿se habría equivocado de camino?

- Me parece que me he perdido -se lamentaba Pescadito- eso me pasa por escaparme y desobedecer a mamá, ¿qué voy a hacer ahora?

Nuestro pequeño amiguito estaba muy asustado, no sabía volver a casa y por allí no había nadie a quien pedir ayuda. Por fin llegó al final del camino y se encontró con la entrada de una cueva.

- ¿Qué habrá en esta cueva?; tal vez sea un túnel.

Pero Pescadito estaba equivocado, no se trataba de un túnel, sino de una verdadera cueva donde habitaban los peores peces del fondo del mar.

- Esto está muy oscuro, pero no importa, no tendré miedo, seguiré nadando hasta llegar al final y encontrar la salida.

- No encontrarás la salida -dijo un enorme pez negro que pasaba por allí- nunca más podrás salir de aquí.

- ¿Quién eres? -preguntó Pescadito un tanto asustado.

- Soy un Bonito Negro, y llevo aquí ya muchos años, un día entré aquí igual que tú, y todavía no he conseguido encontrar la salida.

- Pero podemos dar la vuelta y salir por donde entramos.

- No podrás, la corriente no te deja nadar hasta la salida, una vez que has entrado ya no puedes volver atrás.

- Pero si sigues nadando llegarás a alguna parte...

- Claro que sí, pero no debes llegar nunca, te encontrarías con el palacio del Gran Tiburón.

- ¿El Gran Tiburón?

- Sí, vive ahí desde hace mucho tiempo y no permite que se acerque nadie, además a lo largo del camino hay guardianes malvados que intentarán capturarte.

- No me importa -contestó Pescadito- mi abuelo dice que soy muy valiente, y por eso no tendré miedo del Tiburón.

- Como quieras -contestó el Bonito- pero ve con mucho cuidado.

- No te preocupes Bonito, no me pasará nada, y no te marches muy lejos porque cuando encuentre la salida volveré a buscarte.

Pescadito emprendió el camino en busca de la salida convencido de que sería como jugar al escondite, pero según iba nadando, la cueva se iba haciendo más estrecha y oscura.

El pequeño empezó a sentir miedo, y decidió coger un trocito de roca de coral por si acaso necesitaba defenderse. Pasado un buen rato, Pescadito detuvo la marcha.

- ¡Uf... estoy muy cansado!, este camino es muy largo; espero llegar a casa antes de cenar para que mamá no se entere de que no he ido a la escuela.

Tan cansado estaba Pescadito que se quedo dormido, pero no le duró mucho el sueño porque fue despertado por unos ruidos muy extraños.

- ¿Será el Gran Tiburón quien hace esos ruidos...? Me esconderé por si acaso.

...

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