Era el año 3001

Era el año 3001la Tierra estaba prácticamente destruida, se había vuelto un lugar inhabitable debido a una guerra entre los humanos, los animales y los extraterrestres. Todos luchaban por tener el poder y ganar el territorio. Pero llegaría el dia donde solo uno de ellos lograría convertirse en el mejor de la Tierra.

Un día había un grupo de jóvenes, Plutarco, Romina, Eleazar y Polina. Ellos jugaban cuando de repente vieron algo en el cielo que volaba, era un objeto volador.

– ¡Wow! ¿que es eso?- Exclamo Plutarco con cierta emoción.

Ellos no lograban identificar qué era, sin embargo comenzaron a jugar a tirarle piedras para ver quién lograba derribarlo y que cayera a tierra.

– No le lancen piedras que tal que hay algo o alguien ahí adentro- dijo Polina preocupada.

Pero nadie le hizo caso, finalmente Eleazar lanzó una piedra que logró desplomar el objeto. Al acercarse a él se dieron cuenta que dentro de dicho objeto había algo o alguien que se movía, pero no sabían qué era. Así que, continuaron lanzándole piedras a la pequeña nave. Polina era la única que siempre les pedía que no hicieran esto, ya que ella pensaba que había seres dentro de aquella nave, pero los demás la ignoraban.

Los días pasaron y los jóvenes seguían lanzándole piedras a tal nave. A los padres se les hacía algo insignificante, incluso se reían, hasta que un día llegaron a la hora de siempre y encontraron la puerta hacia el jardín abierta y la pequeña nave igual. Empezaron a pasar cosas muy raras, aparecían frutas mordidas las luces se prendían y se apagaban, los familiares de los niños se habían caído por lo menos una vez cada uno, las páginas de sus cuadernos estaban arrancadas y cosas así. A la única que no le pasaban ninguna de este tipo de cosas era Polina. A los niños no les importó, creían que eran muchas coincidencias. La única que se preocupó fue Polina.

Estaban todos comiendo unos aperitivos en el patio de la casa de Romina, ya hasta se habían olvidado de aquel objeto al que hace 3 días le habían lanzado piedras.

– Oigan, ¿no creen que lo que vivía dentro de esa pequeña nave ya salió y es lo que esta causando todo esto?, talvez y hasta esta enojado con ustedes por haberle lanzado rocas, que tal que es un extraterrestre- dijo Polina rompiendo el silencio.

–Hay ya Polina, no deberías de preocuparte tanto, solo son imainaciones tuyas- dijo Plutarco

– Si Polina aparte los extraterrestres no existen

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