Implicaciones Que Tiene Fomentar Una Práctica Reflexiva En El Contexto Escolar

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Escrito: ¿Qué implicaciones tiene fomentar una práctica reflexiva en el contexto escolar? (Mínimo una cuartilla). Páginas 18 y 19. Guía.

Considerando que la Práctica Docente no es, o no debe ser un acto aislado e individual que se concreta a la trasmisión de contenidos, sino un proceso complejo donde como Docente debo tomar en cuenta diversos elementos de una sociedad que cambia constantemente. Lo primero por hacer es coconer y reconocer a los alumnos, para detectar y diagnosticar situaciones, necesidades en si: áreas de oportunidad, es importante también conocer el contexto en el que están inmersos y se desarrollan, conocer el currículo a trabajar, utilizar estrategias definidas para lograr el aterrizaje de lo que se espera lograr. Al evaluar detectar el grado de logro y de no ser así detectar el origen del porque no. Compartir en colegiado las dificultades enfrentadas y buscar soluciones reales, tener una actitud abierta a aceptar el error y cambiar lo que no de resultado. Dar al alumno la oportunidad de crear sus aprendizajes y no ser únicamente trasmisor. Considerar ser abierto en el sentido de entender y reconocer que no se posee verdades absolutas y que somos propensos al error y equivocación. Sabiendo que es responsabilidad actualizarnos en forma constante y permanente, con arduo sentido de responsabilidad, honestidad y respeto hacia todo el entorno laboral y quienes lo integran. La importancia no es el reconocimiento personal, sino la satisfacción de legar a nuestros alumnos una enseñanza y un cúmulo de aprendizajes significativos aplicables a la vida misma.

Hablar de transformar la Práctica Docente implica una serie de cambios y compromisos a adquirir por el docente, así como ser consciente de lo que se pretende alcanzar, empezando por uno mismo. Uno de los retos a obtener es desarrollar en los alumnos el pensamiento crítico y complejo a través del trabajo colegiado y colaborativo. En ese sentido es necesario que el docente inicie por él, y desarrolle sobre sus propias acciones educativas el pensamiento crítico y creativo, congruente desde una visión totalitaria, comprometido con su trabajo, construyendo constantemente su labor por medio de su actualización teórica, así como en el uso diario de lo didáctico, lo pedagógico y lo disciplinar.

Retomando con todo esto realizar una autocrítica a su práctica y distinguir diferencias entre una práctica académica tradicional y una verdadera práctica académica crítica. Al realizar el docente su autocrítica, su autoconocimiento, su autoevaluación y su autocorrección encontrará tal el detonante que lo impulse a renovar sus acciones educativas cotidianas y retomar un curso distinto, convirtiendo así una práctica normal a una crítica. El docente deberá estar dispuesto a desarrollar en los alumnos y en él mismo pensamientos que impliquen razonamiento y

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