Importancia de la oratoria

La importancia de la oratoria.

Los seres humanos estamos en la búsqueda constante de crear vínculos y relaciones sociales de diferentes índoles.  Para ello, necesitamos principalmente el saber comunicarnos y expresarnos, es aquí donde interviene la oratoria; una herramienta la cual utilizamos para lograr dar a conocer lo que queremos de una forma eficaz. Además, es importante mencionar que la oratoria es el arte de hablar con elocuencia.

La importancia de la oratoria radica principalmente en que esta herramienta nos permite dar a conocer nuestras ideas, pensamientos, sentimientos, etc. de una forma acertada; de forma en que el público al que nos estamos dirigiendo (ya sean una o varias personas) entienda lo que queremos expresar, pedir o dar a conocer. “Tener buena oratoria es fundamental. En la vida todo es comunicación interpersonal; hasta para las relaciones sociales dependemos siempre de nuestra capacidad para transmitir nuestras inquietudes y sentimientos. Contar, explicar, vender, comprar, negociar… todo requiere de una oratoria eficaz”, explica José María Rodríguez Saráchaga, director de Oratoria Consulting.

Al comunicarnos, buscamos convencer al oyente de lo que decimos, para ello, necesitamos tener comunicación verbal y no verbal adecuadas, las cuales sean influyentes al momento de dirigirnos al público. Más allá de sólo comunicarnos mediante las palabras, los seres humanos también nos comunicamos con nuestros gestos y expresiones corporales; en los discursos que damos podemos trasmitir sentimientos mediante nuestra actitud o gestos. “Lo verbal es el reino de la palabra y de la voz, con sus tonos y matices. La comunicación no verbal, por su parte, es la de la imagen; todo lo que se dice sin palabras que incluye el lenguaje corporal, la vestimenta y hasta el ámbito desde el cual se comunica”, explica Rodríguez Saráchaga.

Por ejemplo, actualmente que estamos en campaña presidencial, los candidatos tratan de trasmitir confianza y seguridad en base a lo que dicen; ¿confiaríamos en un candidato que se note inseguro? Supongo que la respuesta de muchas personas sería un NO; la razón a esta respuesta radica en que buscamos a alguien que nos transmita confianza, seguridad y capacidad de liderazgo. La oratoria no sólo se ve involucrada en eventos importantes o destacados como el ejemplo anterior, sino que también se ve involucrada en nuestro diario vivir, como cuando hacemos negocios, manifestamos nuestros sentimientos o participamos en clase. Sin embargo, la oratoria no sólo influye en nuestras relaciones sociales, sino que también influye en nuestra autoestima y seguridad.

A pesar de que lo importante e influyente que es la oratoria en nuestras vidas y relaciones sociales, no se lleva la atención que se merece. Por ello, considero que en la educación básica se debería resaltar más este tema, el enseñar sobre la oratoria debería ser considerado algo fundamental para las vidas de los educandos para así poder lograr que aprendan a comunicarse de forma eficaz.  El convertirse en buenos oradores no es un proceso que se logre de la noche a la mañana, sino que, por el contrario, debe tener un estudio, capacitación y práctica.  

¿Qué pasaría si en la educación se enseñara a ser buenos oradores? La posible respuesta sería que tendríamos más jóvenes y personas líderes, mejores profesionales y así mismo mejores relaciones inter e intrapersonales. La comunicación sería más asertiva y, además, podríamos construir diálogos y acuerdos en búsqueda de una mejor sociedad, constructora de paz.

Ahora bien, dejando un poco de lado la educación, me parece importante el mencionar y destacar las partes que involucran la oratoria, las cuales son: Orador; que es quien habla, discurso, que es el mensaje que se quiere transmitir y el público que es al cual se le habla. La razón por la cual menciono estas partes, es porque no debemos olvidarlas y relacionarlas entre sí al momento de dar un mensaje, ya que, por ejemplo, no podemos tener una actitud pesimista al momento de querer trasmitir un mensaje de motivación o, hablarle de conocimientos y técnicas de ingeniería civil a un grupo de médicos. O, volviendo al tema de la educación, no sería acertado o lógico ver a un veterinario enseñándole a niños de preescolar a operar un caballo. Al momento de crear un discurso, debemos tener pensado previamente cuál será nuestro tema a exponer, nuestro público y nuestra forma de comunicarnos, ya que como lo mencionaba Rodríguez Saráchaga hasta nuestra forma de vestir influye en nuestro mensaje. Por ejemplo, sería algo raro el ver en una audiencia a un abogado vestido como un médico o vestido al estilo punk, considero que, sus servicios y profesionalidad pasarían a ser algo cuestionables.

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