La Lluvia De Fuego Leopoldo Lugones

La lluvia de fuego

(Evocación de un desencarnado

de Gomorra)

Leopoldo Lugones

Desde el título La lluvia de fuego y el pertinente subtitulo Evocación de un desencarnado de Gomorra; el cuento se conecta directamente con un mito de la religión Judeo- cristiana.

Sodoma y Gomorra; donde Yhavè en un ataque de cólera, destruye las ciudades luego de no cumplirse lo discutido con Abraham, y no hallar allí hombre justos.

La voz narradora del cuento (el descarnado), justo viene de dentro de una de èstas ciudades: Gomorra.

La biblia dice en Gènesis 19:45 que Dios destruyò Sodoma y Gomorra al hacer llover fuego y azufre sobre ambas ciudades, y es precisamente lo que el descarnado relata en el cuento.

Al encarnar el desencarnado la voz, vemos que el cuento es de corte interiorista, esto aunado a la cantidad detallada de hechos y descripciones que la narración menciona, está orientada al sentimiento desenfrenado que busca transmitir al lector. Es decir, se inclina al romanticismo.

Esto también visto en el tratamiento de la narración, las señales, por ejemplo, que sugieren una especie de complicidad vidente en que el descarnado pudiera ser uno de los “justos” que Dios no alcanzó a ver, y al ser él, quien percibe “las señales” –el comportamiento de las aves, el cielo- pareciera como si existiera un mínimo de salvación, de igual manera manejada en los tiempos, que juega a su vez con las emociones: llueve, se calma, vuelve a llover. Es como si Dios esbozara una mueca sin llegar a ser sonrisa, signo de fatalidad.

Al mismo tiempo no deja de ser una evocación a la vida, se canta la muerte, porque se canta a la vida. Y es que el autor menciona en la voz del personaje que en sus tierras se sabe vivir y aunque es ya, célibe confiesa no sin orgullo, que su última orgía fue ha ya 10 años, cuenta con servidumbre, come y bebe lujoso, tiene un busto en la plaza, vive bajo el hedonismo. Asì que, sin ser el primero que muere por la lluvia, se le es permitido ver el espectáculo y beber vino.

Esto sin cambiar el final trágico del hombre, que nos lleva otra vez al romanticismo, la idea de que no hay salvación. Y los momentos que se describen a lo largo de la narración: el arrebato, la incomprensión , la resistencia, la catástrofe, el miedo, la calma, la desesperación, la agonía, la reconciliación y finalmente la muerte, el ideal romántico por excelencia.

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