ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Vida Es Otra Cosa


Enviado por   •  13 de Marzo de 2014  •  4.715 Palabras (19 Páginas)  •  3.072 Visitas

Página 1 de 19

Introducción

A continuación presento un análisis de la obra literaria ¨La vida es otra cosa¨ de la autora Jeannette Miller, quien trata aspectos relativos sobre una situación que se viene arrastrando a través de los años en nuestro país y en gran parte de Latinoamérica.

La vida es otra cosa nos trata de hacer ver las situaciones actuales como son en la realidad el tema de la violencia, la impunidad y la muerte que se vienen arrastrando desde el siglo XX, donde al parecer ¨no pasa nada¨, pero en realidad si pasan todo tipo de situaciones adversas .

Abarcare brevemente dentro de esta presentación lo que son dentro de la obra: los personajes principales y secundarios, lugar y época de la obra, argumento, fragmentos, temas y valores que se destacan en la obra y les ofreceré mi opinión personal sobre los temas tratados dentro de esta obra literaria.

Jeannette Miller

Nació en Santo Domingo el dos de agosto de 1994. Poeta, ensayista, educadora y crítica de arte. Hija de Freddy Miller Otero y Rosa Rivas. Curso su educación primaria y secundaria en Santo Domingo en los colegios Apostolado y María Auxiliadora, respectivamente. Se graduó en Licenciada en Letras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde ha sido profesora. Su actividad docente incluye, además, la Universidad Central del Este y la Escuela Nacional de Bellas Artes. Sus cursos de ortografía y redacción, que ha venido impartiendo a través de los años, gozan de mucha aceptación entre los empleados de cuello blanco y las legiones de secretarias y auxiliares de oficinas que pueblan las empresas nacionales. Ha dirigido numerosos talleres y seminarios sobre Gramática Española y Redacción en diferentes instituciones públicas y privadas. Ha sido jurado de los más importantes concursos de Literatura y Artes Plásticas celebrados en el país. Lleva muchos años dedicada a la crítica de Arte a través de la prensa nacional, especialmente en los periódicos El Caribe y Hoy. Es miembro del Patronato del Museo de Arte Moderno de Santo Domingo y de la Casa del Escritor Moderno.

Figura sobresaliente de la llamada Generación del 60, su actividad creadora e intelectual abarca la poesía, el ensayo, la crítica y la historia del arte. En cada uno de estos campos ha dejado muestras de su vigorosa personalidad. Es una escritora vertical, para quien la poesía es pasión y oficio, una manera de exploración interior. Su rigor como crítica de arte se evidencia en sus monografías sobre los creadores capitales de nuestras artes plásticas; son obras que podemos considerar indispensables. Como ensayista es dueña de una prosa transparente, sin digresiones, en la que el aparato teórico no disminuye la fuerza del análisis.

Por sus valiosos aportes a la cultura nacional ha sido merecedora de numerosas distinciones y galardones, entre otros, el Premio Investigación Teatro Nacional y Comisión Jurídica de la Mujer ante las Naciones Unidas en 1975, Premio a la Crónica, Critica de Arte Fundación Pellerano Alfau (1976), Supremo de Plata Jaycee’s (1977), Premio Anual de la categoría Libro de Arte 1997 (Asociación Puertorriqueña de Críticos de Arte).

Personajes Principales

Yudelka

Era la hija de Leticia y Miguel, aunque todos creían que su padre era Domingo.

Trigueña, de cuerpo escultural y rasgos duros, lo que la hacía parecer mayor, inteligente y organizada. Llevaba el pelo teñido color caoba. Usaba ropa pegada al cuerpo y aretes grandes y brillantes.

A los diez años sospecho que Domingo no era su papá, y se lo preguntó a Leticia, quien se lo confirmó al cambiar de tema.

Prefirió irse de prostituta a la capital en vez de estudiar para ser guía turística. La amadrinó, por así decirlo, Petra, que era dueña de una casa de masajes.

Lo que quería era irse a Nueva York, ganar dinero en dólares, y poner un salón o una boutique full de todo.

Volvió al pueblo para coger la yola, aun así le entro una especie de tristeza mezclada con añoranza. Luego del fracaso de lo de la yola y de darse cuenta que Miguel era su padre segundos antes de que lo mataran, dedico su vida a Dios en una congregación laica de docentes y médicos.

Tiburón

Su verdadero nombre era Santo Benigno Cuevas, hijo de Cipriano Cuevas, de ascendencia española, y de Teresa Mendí, de ascendencia haitiana.

Nació en un pueblo de la frontera. Nunca conoció a sus padres, pues murieron en una crecida del Masacre. Lo crió el alcalde don Justo, que era un hombre bueno, por lo que cuando se enteró que su protegido estaba persiguiendo a los haitianos con los guardias lo boto de la casa y ese fue el inicio de su total perdición.

Mediano de estatura, flaco y barrigón, la piel enrojecida y la cara llena de espinillas. Nunca le había gustado bañarse y despedía un olor desagradable. Usaba un sombrero curtido y hediondo y apenas se cambiaba la ropa.

Paso por tráficos de haitianos, de armas y de drogas. Era un asesino frio y despiadado que disfrutaba provocar dolor a los demás, se las daba de macho y abusador, quizá, para esconder su homosexualidad, así era, le gustaban los hombres y si eran muchachos mucho mejor, a estos últimos, principalmente, a veces con amenazas y otras con promesas, los había corrompido.

Cuando su padre de crianza lo echo de la casa se enganchó en el recién creado Ejercito Nacional donde gano fama de asesino. Luego que mataron a Trujillo, se escondió durante dos años.

El día después del intento de viaje en yola que fue frustrado, se dirigió a casa de María para amenazarla a ella, a sus hijos y a Lurdes. María que aún tenía el cuchillo de destazar que se había llevado a la playa, lo sacó y lo mató.

Miguel Padilla

Hijo de Martina y Clodomiro, a la vez, padre de Yudelka.

Atractivo, ni alto ni bajo, piel negra y limpia, cuerpo duro y bien formado. No era hombre rastrero, ni hablaba como los tecatos, ni se cubría de anillos o prendas. El pelo crespo lo peinaba hacia atrás y vestía moderno, pero sin exageraciones. Lo que llamaba la atención eran sus cinturones: anchos, gruesos y con hebillas de metal brillante. Los dientes, algo separados, le hacían la sonrisa algo

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (25.3 Kb)  
Leer 18 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com