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La cuestión de las virtudes morales


Enviado por   •  8 de Mayo de 2015  •  Prácticas o problemas  •  567 Palabras (3 Páginas)  •  245 Visitas

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FET003. Ética

Joaquín García Huidobro

El anillo de Giges

Capítulo IV

La cuestión de las virtudes morales

1. ¿De qué manera nuestro ser se va definiendo con el tiempo? Ejemplifique

-Nuestro ser se va definiendo con el tiempo, a través de los actos que realizamos en nuestra vida, estos inevitablemente dejan una huella en nosotros, repercuten en nuestro modo de ser, la forma en la que actuamos, de este modo podemos decir que nuestro ser es moldeable, a través de los sucesos que tengamos a lo largo de nuestra vida, nuestras experiencias, nuestros actos y acciones. Somos libres para elegir, pero no para evitar que caigan sobre nosotros las consecuencias de nuestros actos, por ejemplo estas mismas acciones que realizamos a lo largo de la vida en nuestras relaciones personales, de trabajo, en la familia, etc., nos dan el molde de lo que vamos siendo y seremos a lo largo de nuestra vida, y al mismo tiempo van definiendo lo que seremos a futuro.

2. ¿Qué quiere decir que la virtud sea atrayente?

- La virtud es atrayente, no cabe duda de esto, pues cuando alguien logra realizar los actos de la virtud, después de una lucha, es decir, de forma no espontánea, es señal de que todavía no es virtuoso, sino sólo continente. La forma superior de ejercitar la virtud, que va más allá de la mera continencia, la hace particularmente atractiva, digna de ser imitada, es la plenitud, excelencia, desarrollo de las propias facultades y la multiplicación de nuestras capacidades. Con el paso del tiempo, si se realizan los actos adecuados y de la manera correcta, entonces se origina un hábito virtuoso, y lo que antes se hacía con dificultad y gracias al apoyo de otros, comienza a hacerse de modo espontáneo y placentero.

3. ¿Se puede decir que al adquirir una virtud perdemos libertad? ¿Por qué?

- El virtuoso refleja la variada plenitud a la que está llamado el ser humano, al adquirir una virtud no perdemos libertad, en el sentido de transformarnos en una suerte de autómatas, sino que nos ponemos en condiciones de actuar más y mejor, y convierte un trabajo tedioso o difícil en algo relativamente fácil y placentero, lo que lo vuelve en algo que uno está dichoso por hacer o realizar. Una concepción un tanto ingenua de la libertad podría llevar a olvidar el hecho de que ella no se da en el vacío, sino que requiere de ciertas capacidades que la hagan posible. Verlo de otro modo supone olvidar que la libertad humana puede crecer. No es simplemente una facultad vacía de elegir cualquier cosa, porque en realidad quien no está bien pertrechado de hábitos, gustos, experiencia y educación

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