La escritura juega un papel indispensable en nuestra vida

Cuando era solo un chico de doce años, inocente e ignorante al futuro que la vida me deparaba, la lectura y la escritura no encajaban en absoluto en mi diario vivir. Le debía un gran temor a los textos que se desprendían en innumerables páginas, desbordadas de un léxico que mi mente en bruto no lograba comprender. Y ni hablar de la escritura, mi mayor enemiga durante largos y arduos años de mi vida escolar.

Todo fue así, hasta que comprendí que estos dos causantes de mi padecimiento y angustia estarían calculando y siguiendo mis pasos por el resto de mi vida. Fue entonces, en ese preciso instante, en el que decidí convertir la lectura y la escritura en mi mejor aliada. Comencé perdiéndome en el horror de Stephen King, hasta llegar al amor casi imposible de Fermina Daza y Florentino Ariza; encontrando en la lectura una forma distinta de desconectarme de mi realidad, eso sí, sin dejar a un lado la escritura, por medio de la cual plasmaba mis tristezas y algunas alegrías.

Es por eso por lo que, mi percepción frente a la escritura ha madurado con el paso del tiempo, considerándola ahora como parte elemental de la comunicación, siendo ella la que brinda las bases fundamentales para expresarse de manera correcta y coherente; punto clave para el desarrollo de la vida universitaria, pues toda gira en torno a ésta. 

Además, la escritura puede servir para abrir puertas y romper fronteras, y más al hablar en un espacio académico, pues más de la mitad de nuestro desarrollo como universitarios se reduce en plasmar de manera clara y concreta todas y cada una de nuestras ideas, permitiéndonos impartir conocimiento a los demás. Siendo este último uno de los principales objetivos que se desean alcanzar en el desarrollo académico de nosotros como estudiantes universitarios. Es por ese motivo que la escritura juega un papel indispensable en nuestra vida, posicionándose como una de las principales necesidades para la realización personal y profesional de todos.

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