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La historia del viaje del Principito


Enviado por   •  27 de Septiembre de 2023  •  Ensayos  •  1.947 Palabras (8 Páginas)  •  26 Visitas

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Ensayo del Principito

INTRODUCCIÓN.

La historia de El Principito la cuenta el piloto, un adulto que tiene dificultades para llevarse bien con otros adultos. Durante un vuelo su avión se averió en el aire y se vio obligado a aterrizar en medio del desierto del Sahara, allí conoció al principito y poco a poco lo descubrió y le contó que vivía en un planeta muy pequeño, sólo tres volcanes. baobabs enanos y una rosa.

El principito le pidió al piloto que le dibujara un cordero y lo llevara a su planeta. Durante el transcurso de su relación con el piloto, ella le cuenta lo solitaria y melancólica que era su vida hasta la llegada de esta flor, la cual era muy hermosa y frívola y muy importante para el principito, representaba su corazón, y la usó para expresa tu amor por el principito. Tiene dificultades para expresar sus pensamientos con sinceridad. El principito dijo que a medida que pasaba el tiempo, la flor requería demasiados cuidados y empezó a sospechar de sus intenciones, por lo que decidió viajar a otros asteroides y conocer a diferentes personajes, tales como: reyes, vanidosos, alcohólicos, escritores, faroleros y geógrafos.


DESARROLLO

La historia del viaje del Principito comienza con la presentación del piloto, quien nos muestra su perspectiva sobre el mundo adulto. Explicó en términos sencillos que se sentía como un niño mayor. Dijo que cuando era niño dibujaba pitones de la selva tragándose elefantes, pero ningún adulto podía entenderlo y pensaba que eran sombreros.

Los propios mayores no entienden nada y los niños están cansados ​​de tener que explicarles las cosas una y otra vez. El piloto sufrió una avería en el desierto del Sahara. Solo, sin agua durante ocho días, debe encontrar la manera de reparar su motor. Se le apareció un niño, el principito, y le pidió que dibujara un cordero. Dibujó una pitón con un elefante en el vientre. El principito reconoció el cuadro y le dijo que no quería una pitón que se había comido el elefante, sino un cordero. El piloto dibujó varios corderos, pero uno no le gustó, así que al final el piloto le sacó una caja y le dijo que dentro estaba el cordero que quería. El principito estaba muy feliz.

El piloto se interesó por la repentina aparición del principito y trató de averiguar de dónde venía. Sin embargo, no pudo sacarle mucha información sobre su planeta, aparte de que era pequeño y que no había necesidad de atar al cordero ya que no tenía adónde ir. Durante su conversación, descubrió que el principito provenía del asteroide B 612, que fue descubierto por un científico turco y no fue reconocido hasta que repitió su demostración con un traje muy elegante. El piloto reflexiona sobre cómo los adultos necesitan números y datos para creer cosas.

Si alguien le dijera a un adulto: "Vi una hermosa casa de ladrillo rosa con geranios creciendo en su interior Palomas en las ventanas y en el tejado..." No lo pueden imaginar. Hay que decirles: "Vi una casa que vale cien mil francos. Luego exclamaron: "¡Qué maravilla!" " El principito explicó que quería que los corderos se comieran los arbustos de su planeta, evitando así que crecieran los baobabs. Si el baobab crece, sus enormes raíces acabarán destruyendo el planeta. El Principito reflexiona sobre lo importante que es cumplir con las obligaciones diarias y lo completamente imposible que es escapar de los problemas que crean hasta que se acumulan y crecen como un baobab.

A veces está bien dejar el trabajo para más tarde. Pero para los baobabs esto siempre es desastroso. Un día, el principito se dio cuenta de que los corderos podían comer rosas y le preguntó al piloto por qué lo hacía, a pesar de que las rosas tenían espinas. Como el piloto estaba ocupado reparando parte del motor y estaba preocupado porque casi no había agua, se inquietó con el principito y le dijo que tenía que lidiar con algo grave.

Entonces el principito argumenta lo importante que es para él su flor.

Si alguien ama a una flor de la que no existe más que un ejemplar en los millones y

millones de estrellas, eso basta para que se sienta feliz cuando las mira. Se dice: "Mi flor está allá en algún lado..." Pero si el cordero se come la flor, es para él como si, de golpe, ¡todas las estrellas se apagaran! ¡Y eso no es importante!

 A raíz de lo ocurrido el principito comienza a narrar la razón por la que se fue de su planeta y cómo fue su viaje. Un día nació en el planeta del principito una flor diferente a las demás. Era coqueta y vanidosa, y pedía constantemente la atención del principito. Él le procura toda clase de atenciones, pero no consigue entenderla, lo que finalmente provoca que abandone su planeta aprovechando una migración de pájaros salvajes. Al despedirse de la flor, ella le pide perdón por haber sido tan tonta, pero le recuerda que él también lo fue.

Así es cómo el principito comienza su viaje, pasando por diferentes planetas donde

habitan personajes solitarios, hasta llegar a la Tierra. Llega a un asteroide donde conoce a su único habitante, el rey. Él le dice que gobierna todo el universo, pero cuando el principito le pide ver una puesta de sol, el rey le explica que solamente se puede ser un buen monarca si se piden cosas que son razonables y que por tanto esperé a la tarde.

Pero el principito se marcha. Llega al planeta del vanidoso. El vanidoso sólo quiere que el principito le aplauda y halague, lo cual él hace durante un rato, pero se acaba aburriendo y decide irse, no sin antes complacer al vanidoso quien le pide que le diga que le admira por ser el hombre más guapo, rico y mejor vestido del planeta.

Porque, para los vanidosos, los demás hombres son admiradores.

Al marcharse del planeta del vanidoso, el principito llega al planeta del bebedor, que bebe para olvidar que siente vergüenza por beber. El círculo vicioso en el que se encuentra el bebedor le causa una gran pena al principito. Decide abandonarlo y así llega al planeta del hombre de negocios, el cual lleva toda su vida dedicado a contar las estrellas con el fin de poseerlas. El principito no puede entender la utilidad que tiene dedicarse a poseer las estrellas.

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