Las Batallas En El Desierto

LA DISCRIMINACIÓN Y CONSUMISMO MEXICO 1943

Era México en 1943, todo se quejaban de la inflación, el ruido, el tránsito, la gente en abundancia, la delincuencia, los extranjeros, los supermercados, las inundaciones, las miles de enfermedades, el enriquecimiento sin límite de unos cuantos y la miseria de casi todos.

Se quejaban y nos quedamos sin saber que todo eso y sigue siendo un gran problema a causa de estos ahora tenemos una mentalidad discriminatoria. La discriminación es peligrosa, ya que nos lleva ser actos destructivos, la búsqueda de la venganza, detiene la identidad de la personas, al valor y dirección que le damos uno mismo a nuestras vidas, con la discriminación damos a uno batalla de clases sociales interminable.

Muchas veces nos auto discriminamos, el sentimiento de inferioridad en evidente mientras luchamos por pertenecer a un grupo de mejor categoría que nos lleva a exhortar rápidamente: “Mientras tanto nos modernizábamos, incorporamos a nuestro términos que primero habían sonado como pochismos en las películas de Tin Tan y luego insensibles se mexicanizaban: tequiu, oquèi, uasamara, sherap, sorry, uan momente pliis. Empezábamos a comer hamburguesas, pays, donas, jotdogs, malteadas, aiscrim, margarina, mantequilla de cacahuate. La cocacola sepultaba las aguas frescas de Jamaica, chia, limón. Los pobres seguían tomando tepache. Nuestros padres habituaban al jaibol que en principio les supo a medicina. En mi casa está prohibido el tequila, le escuche decir a mi tío Julián. Yo nada masa sirvo whisky a mis invitados: hay que blanquear el gusto de los mexicanos”. Parte de estas declinaciones pensamos que los que tienen más son mejores y por consiguiente queremos poseer las mis cosas aun si necesitarlo.

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