Las Letras

José Figueres Ferrer

(1906 – 1990)

Por Fernando Durán Ayanegui

- Ante los males de la vida yo me inclino más a remediar que a lamentar. Si se fuerza el ingenio, casi siempre se encuentra un remedio, aunque no sea total.

- Convencerme a mí es fácil: basta con tener la razón.

- En la medida en que logre ayudar a un ciudadano de hoy a formarse, que es más importante que graduarse, pagaré las deudas que tengo con los maestros de mi propia juventud…

- Entré al estudio de la economía por la vía del socialismo, y creo que eso me da una visión más general del mecanismo económico.

- El restablecimiento de la moral es lo único en que se puede ser radical (…). Ni una sonrisa de condescendencia, ni un centavo mal habido, ni un voto burlado, ni la sombra de una insinuación a un juez.

- Los costarricenses (…) hemos prestado bastante atención a la enseñanza, pero muy poca a la cultura superior: al cultivo de las ciencias y las artes. Necesitamos más música, más pintura y escultura, más poesía, más filosofía, más literatura.

- He luchado durante la mitad de mi larga vida por su libertad [de Nicaragua]. He perdido entrañables amigos en esa lucha. Nunca pudimos triunfar hasta que entraron en la pelea los sandinistas. Después (…) aparecieron, entre algunos de ellos y yo, importantes discrepancias (…). Nunca les oculté mi parecer. Siempre nos respetamos mutuamente. Nunca me sumé, privada o públicamente, al coro de sus detractores.

- Los políticos oportunistas, sin ideología, les hacen el juego a las gentes ricas e incomprensivas, para codearse con ellas, y sobre todo, para que les financien sus campañas electorales.

- Algunos trabajadores, con sus actuaciones, debilitan o desacreditan las medidas destinadas a protegerlos. Esto es consecuencia de la tragedia de su vida. Es explicable, pero también lamentable.

- Un exceso de “presidencialismo” ha caracterizado la política de Costa Rica, y ya es tiempo de que disminuya.

- Me preocupa el distanciamiento parcial que puede existir, aunque sea transitoriamente, entre los dirigentes políticos y el hombre común, porque creo que nuestro pueblo está capacitado para entender muchas cosas si se le explican, y sé que tiene interés en seguir de cerca el funcionamiento de nuestro sistema democrático.

- Mucho nos ha costado en Costa Rica terminar con los hermanos de los presidentes u otros altos funcionarios, los “hermanísimos”, metidos en el gobierno, ejerciendo autoridad por parentesco.

- Con demasiada frecuencia cometemos el error de creer que la abundancia puede ser un fin en sí misma (…). Eso no es así; el verdadero fin de nuestros

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