Literatura analisis “El hombrecito de la lluvia”

Trabajo Práctico

Taller de Literatura Infantil

Análisis de un cuento narrativo

Profesorado de Educación Inicial

Espacio Curricular: Taller de Literatura Infantil

Curso: 3° C INICIAL

Fecha de Entrega: 15 de Julio de 2019

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Antes de comenzar a analizar el libro seleccionado cabe destacar que hoy en día a la hora de seleccionar un libro, un cuento, un texto, etc., se tiene que tener en cuenta la importancia familiar y social de los niños, es decir la experiencia personal que tiene cada niño con la lectura. A su vez, podemos mencionar que enseñarles a leer o escribir a ellos (los niños) no se trata de construir lectores, si no de presentarles libros para que ellos vayan incorporando vocabulario, hábitos, enseñanzas, para formarlos como sujetos críticos y activos.^[1]

Además, la lectura es un proceso interactivo ya que con éste podemos comunicarnos con uno mismo y con el otro.^[2] Tanto la lectura como la escritura son procesos comunicativos, los cuales utilizamos para informar, dialogar, pedir, expresar sentimientos, representarnos, identificarnos, etc. Con esto se puede decir que leer significa dar respuestas, reflexionar, tomar decisiones, evitar miedos, entre otros.

El libro seleccionado es “El hombrecito de la lluvia” de Gianni Rodari. Para describirlo tomé la 1era edición y la 8va reimpresión (2013). Éste está hecho con una tapa y contratapa dura. En su tapa se menciona el título en imprenta minúscula, nombre de autor, nombre de la ilustradora (Nicoletta Costa) y se puede observar que sus imágenes son muy coloridas y fáciles de interpretar para los niños. En la contratapa podemos observar nuevamente el nombre del libro, ilustradora y escritor, pero a su vez, tiene una sinopsis junto con el nombre de la editorial (Alfaguara Infantil) y su página web.

Dicho libro nos abre una puerta al mundo de la fantasía en la cual los niños podrán volar la imaginación con tan solo una palabra “lluvia”. “…una palabra, lanzada al azar en la mente, produce ondas superficiales y profundas, provoca una serie infinita de reacciones en cadena implicando en su caída sonidos e imágenes, analogías y recuerdos, significados y sueños, en un movimiento que afecta a la experiencia y a la memoria, a la fantasía y al inconsciente, complicándolo al hecho de que la misma mente no asiste pasiva a la representación, si no que interviene continuamente para aceptar y rechazar, ligar y censurar, construir y destruir”^[3] 

Por otro lado, podemos observar que es un libro el cual tiene imágenes coloridas y muy claras en donde los niños podrán interpretar muy bien éstas y a su vez,  podrán imaginar de donde viene la lluvia y reflexionar sobre la importancia del agua.

Además, éste contiene un tipo de letra adecuada a la edad de los niños que es la imprenta mayúscula, letra con la que comienzan a escribir sus nombres por ejemplo o letras sueltas.

Con respecto al análisis lingüístico o lexical se puede observar que es un texto sencillo que no tiene palabras difíciles para la interpretación de los niños. Este cuento es para nivel inicial sección tres (5años) y se utiliza la imagen para acompañar lo escrito. No se observan repeticiones de palabras y la forma de escritura y habla es en tercera persona, en el cual se ve la escritura de una manera sencilla con letras medianas y en imprenta mayúscula.

La estructura del cuento es sencilla y tiene una introducción, un desenlace y un cierre. Éste es un cuento narrado en 3era persona como mencione anteriormente, es decir que es contado por una persona que no es el protagonista. Su personaje principal es el hombrecito de lluvia y éste se encarga de abrir y cerrar grifos que se encuentran en las nubes haciendo aparecer y desaparecer la lluvia cuando él lo desea. Es decir, que es un personaje no mimético (semiótica) ya que no se ve la ficción del hombrecito como un personaje que “quiere decir algo o representar algo”). En este caso, se puede decir que esta aproximación semiótica presupone que el personaje del texto, así como todos los elementos del texto, están hechos de palabras y que no tienen referentes en el mundo real; es decir que trata al personaje como entidad lingüística. Robert Kellogg sugiere en el texto de que “la conexión entre el mundo de la ficción y el real puede ser representativa o ilustrativa (…)”^[4]. En el caso del cuento elegido, esta conexión sería ilustrativa ya que es no mimética (semiótica), y sugiere un aspecto de la realidad, recurre a los sentidos y desafía el significado. Por otro lado, se puede mencionar que no hay un antagonista ya que no aparece un personaje que se oponga o cree un conflicto con el personaje principal.

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