Los Secuestradores De Burris

Un verano, como todos los otros veranos, el señor Finchberry− White, y su agradable familia llegaron a la isla

de Melisa. El pueblo donde cada verano habitaba la familia era el pueblo de Kalanero, donde todos sus

habitantes apreciaban mucho su presencia año tras año. Era una familia inglesa, formada por dos niños:

Amanda y David, el señor y la señora Finchberry− White, también nos encontrábamos con la señora que

ayudaba en el trabajo de la casa, Agathi. Todo el pueblo muy contento de su llegada les ofreció de todo, desde

frutas, verduras, hasta flores, con preciosos ramos, etc. Cuando la familia ya estaba instalada, Amanda y

David que siempre que iban a la isla y jugaban con Yani. En esta ocasión le ayudaron con su problemilla. El

problema era que el alcalde le presto dinero al padre de Yani, entonces este murió, y el dinero no pudo ser

devuelto, de forma que el alcalde pidió a Yani que le devolviera él el dinero, y Yani como ya es de entender

no se lo podía devolver, porque sus tierras no eran suficientes como para proporcionar tanto dinero. Después

de pensar y pensar lo que podían hacer para resolver el grave problema, los niños llegaron la conclusión de

que si secuestraban todos los burros de Kalanero, y los llevaban a la isla de Hespérides, donde no iba nadie

más que ellos, y pedían una recompensa por los burros, sin que la gente sospéchese de ellos, Yani podría

devolver el dinero al alcalde del pueblo. Y así fue como el plan se puso en marcha. La noche de luna llena,

pusieron en marcha el plan, secuestraron todos los burros de Kalanero. Con los que tuvieron mas trabajo fue

con los burros del señor Kouzos, ya que es el hombre más miedica de toda la isla de Melisa, y la puerta de su

establo esta cerrada con un gran candado, hereditario de familiares en familiares hasta llegar a él, era un

candado muy difícil de abrir sin la llave. Pero Yani tuvo una gran idea: mientras Amanda y David abrían el

candado con grandes esfuerzos y cogían los burros. Yani distrajo al señor Kouzos haciéndole creer que era

Viraclos, y que le venia a chupar la sangre y a llevarse su alma. El plan funciono favorablemente. Todos los

burros ya se encontraban en la isla de Hespérides,

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