Los inicios

LOS INICIOS

Cuicuilco, Tlapacoya, Copilco, Cerro del Tepalcate, Zacatenco y Ticomán ya eran centros habitados en los años previos a nuestra era (600-200 a.C.). Había desde pequeñas aldeas, hasta sitios con grandes edificios como en Cuicuilco, al sur de México; precisamente en ésta área se encontraron restos que más adelante se presentaron en Teotihuacan.

Restos como figurillas y deidades que representan al dios Huehueteotl (dios viejo y del fuego), que se han encontrado en Teotihuacan, han hecho pensar a investigadores que parte de la población de Cuicuilco pudo desplazarse en busca de mejores lugares un poco mas al norte, asentándose en Teotihuacan, después de ser destruido Cuicuilco por la lava de un pequeño volcán, el Xitle, hacia el año 200 a. C.

En aquella época el área de Teotihuacan presentaba un medio ambiente favorable: era muy rica en vegetación y fauna; su cercanía al lago de Texcoco; la presencia de varios ríos y arroyos; la zona se ubicaba cerca de yacimientos de obsidiana y otras piedras volcánicas que fueron muy bien aprovechadas por los teotihuacanos. Por todo lo anterior, el valle de Teotihuacan presentaba condiciones favorables para sus moradores y el desarrollo de los mismos, hasta llegar a convertirse en una de las ciudades más importantes de Mesoamérica.

Los cálculos hablan que el esplendor de la ciudad ocurrió aproximadamente entre los años 250 y 650 de nuestra era, con el desarrollo de complejos sistemas sociales. En esa época la ciudad alcanzo una extensión superior a los 22 km2 y llegó a tener una población (dicen algunos) alrededor de 200 000 habitantes –cuando la Roma no rebasaba los 40 000-, otros más conservadores mencionan 85 000 habitantes.

Teotihuacan fue la metrópoli más importante de Mesoamérica durante el periodo clásico. Ejerció su dominio sobre la cuenca de México, el valle poblano-tlaxcalteca y parte de Hidalgo, tuvo relaciones con Monte Albán, en Oaxaca; Tingambato, Michoacán; Matacapan, Veracruz; las regiones mayas de Kaminaljuyú en Guatemala y Copán, en Honduras.

No se conoce cual fue el nombre original del sitio, quienes la poblaron y que lengua hablaban; aunque se sabe que su nombre fue dado por los mexicas que, desde el siglo XV, peregrinaban a Teotihuacan una vez al año para celebrar ceremonias al pie de las entonces destruidas pirámides.

Por su magnificencia y cercanía a la ciudad de México, este sitio, ha sido uno de los más visitados y estudiados de México.

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