Mini-cuento CT

Recuerdos vividos invadieron mi mente mientras dormía. Recordaba cómo corría por los callejones oscuros de mi ciudad, intentando escapar de los que tenían sed de mi sangre. Recordaba cómo el pánico me hacía pensar en mi vida, en todas las oportunidades que perdí, en todos los errores que cometí y no fui capaz de enmendar.

Mientras mi conciencia se refundía en un rincón iluminado de mi mente, llegué a un callejón sin salida; quedándome abrumado por estar imaginando unas hermosas vacaciones en Aruba junto a mi familia y la realidad de este asunto. Recuerdo sentirme en medio del mar, disfrutando del agua en mis manos, y entonces en ese preciso momento, sentí cómo se me escapaba el aire mientras algunos espasmos abdominales me devolvían a la realidad. Entonces supe lo que pasaba, ellos ya se encontraban a mi lado. Me tenían en el piso húmedo, mientras apuntaban hacia mí una pistola con silenciador, evidentemente cargada. Me dispuse a cerrar los ojos y esperar la nada… pero justamente en ese momento mi cabeza comenzó a palpitar tanto, que me despertó. Me paré de la alfombra a cerrar la ventana de aquel baño en el que me encontraba, tome una toalla que se encontraba cerca y volví a quedarme dormido plácidamente.

Cuando los investigadores y los forenses entraron, se quedaron asombrados de cómo aquel cadáver torturado, con marcas de bala en la frente, estaba abrazando una toalla bañada en sangre.

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