OBJETIVOS ETICA JURIDICA

REDACTAR LA JUSTIFICACIÓN.

El abogado en Derecho, ha de contar con una conciencia y voluntad recta, con el ánimo propio y constante de dar a los demás lo que a su dignidad corresponde, añadir caridad hacia sus semejantes, conducirse con profesionalismo, entrega, dedicación y esmero, ser constante vigía de los fines que el derecho persigue y que se encuentran enlazados entre sí.

La justicia, el orden, la seguridad, la libertad y la paz, son principios y valores que, finalmente, se concretan en servir a la sociedad en la que se desenvuelve y a la que ha de servir; obrar con probidad y buena fe, no abusar de la impunidad, inventar o desnaturalizar los hechos, truncar o falsificar documentos, invocando o mistificando la doctrina o el derecho. El abogado debe saber Derecho; pero principalmente debe ser un hombre recto.

Conocer cuáles son los principios rectores que todo profesional del Derecho debe observar y conservar, como son: compromiso social, decoro, fortaleza, honestidad, humanismo, humildad, justicia, laboriosidad, lealtad, patriotismo, perseverancia, prudencia, respeto, responsabilidad, sencillez y sobriedad; nos llevará a comprender la grandeza de su valor y de su sentir.

El licenciado en Derecho, invariablemente ha de contar con el apoyo y comprensión incondicional de su familia, sabedora de que al motivarlo a continuar con interés y entusiasmo en el ejercicio de su noble labor, encontrará gran satisfacción y felicidad en cada uno de sus actos, lo cual redundará en la oportunidad de superación que le permite el honor de legar a sus hijos un nombre limpio y honrado, aunado a la confianza que la empresa ha depositado en su persona por los servicios que presta.

El individuo que se desempeña como abogado en Derecho, desenvolviéndose de manera libre y confiada, evidentemente revela el compromiso que la UVM tomó al aceptarlo como alumno, en virtud de que afrontó un gran reto, un deber y un hacer, en beneficio de la comunidad, porque se dio a la tarea de proveerle de técnicas y valores, que le permitirían enfrentar retos y condiciones materiales y sociales, para ser analítico, reflexivo y formativo, lo que desde luego será en beneplácito de toda la sociedad nacional y mundial, pero principalmente en el buen prestigio de la institución educativa que le acogió.

Bajo esa premisa, el primer deber del abogado mexicano es, tener presente que es un servidor del derecho y un coadyuvante de la justicia y que la esencia de su deber profesional es defender diligentemente y con estricto apego a las normas jurídicas y morales, los derechos de su cliente.

Porque el Derecho es un instrumento al servicio de la justicia. No hay justicia si no se respetan la libertad y el orden. La seguridad y los medios que el derecho escoge para realizar su función deben estar al servicio del hombre, fin último de toda la colectividad, no sólo en México, sino en todo

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