Obras De Teatro
anpirola24 de Septiembre de 2012
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Título: Prohibido pensar
Autor: Martín Correa
Personajes: Galileo - El Papa - Sacerdote - Guardia
Papa: He girado ya la orden de aprensión contra ese hombre… será silenciado
Sacerdote: Su santidad, si me permite ¿es necesario recurrir a la fuerza?
Papa: Él ha causado mucho revuelo, sus trabajos son peligrosos, nuestro bienestar y el de la cristiandad dependen de ello.
Sacerdote: Su santidad, creo que sobreestima a un simple mortal, a ese florentino.
Papa: ¡Tonto! ¿no tienes percepción? Lo que dice refuta a la biblia, sí la tierra gira alrededor del sol, significa que la biblia se equivoca, y si ella está errada en un versículo, entonces eso da pie a que toda la biblia pueda igualmente estar errada.
Sacerdote: Usted es sabio y omnisciente como siempre, su santidad, llevaré a los guardias a buscar a ese pérfido a su guarida.
(Sale el sacerdote, segundos después vuelve)
Sacerdote: Los guardias van en camino.
Papa: Hágase la voluntad de dios.
Sacerdote: Amén.
(entra un guardia escoltando a Galileo)
Papa: Galileo Galilei, usted ha blasfemado y continua blasfemando contra el altísimo y su palabra.
Galileo: Su santidad, soy inocente, yo sólo observo los cielos y describo lo que veo, no puede ser pecado utilizar los ojos y la mente.
Papa: Usted desafía a la biblia, y es culpable del pecado de arrogancia, pretendiendo que su intelecto está por encima de la palabra.
Sacerdote: Satán te guía.
Galileo: Para nada, yo sólo me rijo por un lema “mide todo lo que sea medible, y lo que no lo sea, hazlo medible”.
Sacerdote: ¡Blasfemia!
Papa: Es simple, Dios no quiere que uses tu intelecto si el resultado de ello es que su inmutable palabra sea cuestionada, es el maligno quien te guía.
Galileo: Me niego a creer que el mismo dios que me dio tristeza, razón, e intelecto, no quiere que los use.
Sacerdote: No hay problema, ha hecho frio últimamente, creo que a todos nos vendría bien una hoguera en la plaza, para calentar el ambiente, nada como una hoguera de hereje para que el señor nos bendiga con su calor.
Galileo: (Medita preocupado)…. De acuerdo, me equivoqué, el maligno me ha guiado, tienen razón.
Papa: ¿Aceptas que las matemáticas son del demonio?
Galileo: Lo acepto.
Sacerdote: ¿Aceptas que tu “telescopio” sólo puede originar pecado?
Galileo: Sí, así es.
Papa: ¿Renuncias a utilizar tu intelecto y tu inteligencia?
Galileo: Sí, pues me fueron otorgados por el maligno.
Papa: ¿y aún piensas que la tierra se mueve, en lugar de estar estática en el centro de todo, como dice la biblia?
Galileo: No, por su puesto que no se mueve.
Papa: Puedes retirarte, te has salvado de la hoguera, pero pasarás el resto de tu vida arrestado en tu casa.
Galileo: Gracias por apiadarse de mi, son misericordiosos.
(Galileo se comienza a alejar caminando)
Papa: spirictus sancti orat pro nobis. (quiere decir, espíritu santo, ora por nosotros)
Sacedote: Amén
Papa: sursum corda (quiere decir elevemos los corazones)
(justo antes de salir de la escena, Galileo dice mirando al público, pero en voz baja, para no ser escuchado por el papa y el sacerdote)
Galileo: y sin embargo… se mueve.
Fin
Título: Ya no soy una niña
Autora: Julieta
Personajes: Naira - Oscar (Padre) - Cecilia (Amiga) - German (Novio)
Ambientación: Naira y Oscar en el living
Naira: Ay que aburrido está el día
Oscar: ¿Naira quién era ese chico que estaba aquí el otro día?
Naira: ¿Qué chico papá?
Oscar: El chico alto
Naira: ¿de que día me estás hablando?
Oscar: No me acuerdo el día pero creo que era antes de ayer
Naira: ¿Ahora me estás controlando?
Oscar: No, pero soy tu papá y se supone que debo hacerlo
Naira: Era un amigo (Naira mira para otro lado)
Oscar: ¿Un amigo?
Naira: Sí, un amigo ¿algún problema con eso? Que acaso no puedo tener amigos ahora, primero que me vestía de una forma, y ahora me sales con esto, ¿Tanta desconfianza me tienes?
Oscar: Hija es que ya no sé qué pensar te veo tan pequeña, tan indefensa...
Naira: Claro, por eso te fijas en lo que dicen las personas, y yo que me muera ¿no? Es increíble
(Oscar quiere decir algo pero se arrepiente, Oscar sale de escena y entra Cecilia con un cuaderno en las manos)
Cecilia: ¿Qué es increíble?
Naira: (Se ríe) Le hice un discursito de que German era un amigo y se lo creyó
Cecilia: Bueno pero tienes que tener cuidado eh mira que todo el barrio sabe sales con German
Naira: Si ya sé, pero igual no lo voy a dejar de ver
Cecilia: ¿Para tanto es?, ¿tanto lo quieres?
Naira: Sí, lo amo (sonríe)
Cecilia: Bueno, toma (le da el cuaderno a Naira) sólo pasaba a dejarte los apuntes de la clase, ya me voy.
Naira: Bueno, chau
(Cecilia se va y de repente entra German)
Naira: ¿Por dónde entraste?
German: Por la puerta, estaba abierta
Naira: Ay, Cecilia dejó la puerta abierta, pero ya te dije que mi papá no quiere que tenga novio no nos puede ver juntos…
(German la abraza, entra Oscar y los ve)
Oscar: (con voz alta) ¿Qué es esto?
Naira: ¡Papá! (Sorprendida)
Oscar: Ya te vas jovencito y tú (mirando a Naira) me vas a tener que explicar un par de cosas
(German se va)
Naira: Papá yo lo quiero
Oscar: Y a mí que me importa, Además ¡me mentiste! (Grita)
Naira: no me grites
Oscar: ¿Cómo quieres que no te grite?, si me vives mintiendo, yo realmente trato de darte todo, trato de hacer todo lo que está a mi alcance para que estés bien pero no lo logro, ¿Qué consigo? Una mentira, estoy decepcionado de ti
Naira: pero papá yo quiero hablar contigo, quiero que entre nosotros haya confianza (lo dice casi llorando)
Oscar: Es lo mismo que yo quiero, pero tú te alejas cada vez más
Naira: Como quieres que no me aleje, si tú no quieres que haga nada, quieres que me quede aquí encerrada, sin ver a nadie
Oscar: Es que tú no entiendes, eres mi niña
Naira: Pero ya no soy una niña, tengo mis amigos y aunque te cueste aceptarlo tengo novio y lo quiero
Oscar: (Da un suspiro)
Naira: Papá escúchame, Qué haya crecido no significa que me tenga que ir o que deje de quererte. Te amo papá.
Oscar: Perdóname, es que te amo mucho hija y no quiero perderte
Naira: Jamás me perderás (sonríe)
Oscar: (Sonríe) Está bien, tendré que comprender que ya no eres una niña, Dale, ven abrázame.
(Se abrazan)
Fin
Título: Esto está mal
Autora: Isis Eugenia Calderon Peña
Personajes: Narrador - Blanca nieves - Trabajador - Conde - Drácula - Lobo Feroz - Príncipe - Caperucita roja - La mujer maravilla.
Narrador (con libro en mano): Una vez en un bosque había una niña llamada Caperucita roja, quien…
(Blanca Nieves entra felizmente cantando, el narrador se acerca enojado a ella)
Narrador: ¡Caperucita! no puedes salir hasta que yo te diga.
(El narrador comienza a mirarla de pies a cabeza hasta darse cuenta que no es Caperucita)
Narrador: ¿pero y tú quién eres?
Blanca Nieves: Soy Blanca Nieves, discúlpeme lo que pasa es que mi malvada madrina me anda persiguiendo y para escaparme de sus garras corrí tanto que no me di cuenta en qué momento me metí en este bosque.
Narrador: Está bien, mira allá hay una cabañita donde puedes esconderte.
Blanca Nieves: ¡Gracias!
(Blanca se dirige entre salto y salto hacia la cabaña, al llegar toca la puerta)
Blanca Nieves: ¡Enanitos! ¡Enanitos! Por favor ábranme la puerta.
(Se abre la puerta)
Trabajador: ¡Cállate muchacha, que me estas causando jaqueca!
Blanca Nieves: ¿tu quien eres?
Trabajador: Yo soy el cerdito trabajador, ya sabes el del cuento.
Blanca Nieves: ¿Dónde están los otros dos cerditos?
Trabajador: Bueno lo que pasa es que en la vida real el lobo tiraba las casas de mis hermanos y luego se los cenaba pero por obvios motivos decidieron censurar la historia.
Blanca Nieves: ¿En serio? Oye ¿puedo esconderme en tu cabaña?
Trabajador: Si no me queda de otra.
(Blanca Nieves entra a la cabaña, el narrador quien hasta ese momento solo los ha estado mirando continua con su historia)
Narrador: ¿En qué me quede? ¡Ah sí! Caperucita Roja, quien era llamada así
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