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A la Luz Pública

A raíz del reclamo publicado en esta columna, para que se devuelva el suministro de energía suspendido a las canchas de La Esperanza III y Estoraques, la funcionaria Gloria Duran afirma que nunca se refirió en términos despectivos a “esa gente” a la que se le suspendió el suministro de energía.

Su escrito, vino apuntalado por el texto de una canción que canta Isabel Pantoja, donde hay una referencia a la “gente que le gusta hablar de proyectos de esos que se lleva el viento’. A mí me parece que la traicionó el inconsciente: no es acaso despectivo y discriminatorio asumir que le gusta hablar con la gente de proyectos que se lleva el viento y se olvidan después. ¿Después de qué? ¿De las promesas electorales?

Es una magnifica noticia y un triunfo para los vecinos de los dos barrios, que el suministro de energía haya sido reconectado provisionalmente. Pero, ¿Por qué provisionalmente? Porque se está exigiendo que se cedan los activos al municipio, (una inversión de 600 millones realizada por un particular).

¿Por qué no deben cederse estos activos que ya son de la comunidad? Porque quieren quitarle las canchas al Comité Vecinal y entregárselas a la burocracia politiquera para que las arruinen, las abandonen y encima las exploten, cobrándoles a los habitantes del barrio por jugar, como sucede en algunos escenarios deportivos de la ciudad.

Ya es hora, de que las cosas salgan a la Luz Pública. ¿Por qué niegan el servicio de energía a la pantalla gigante y al equipo de sonido que permitiría a la comunidad ver y sentir el mundial de futbol como si estuvieran dentro del estadio en Brasil? ¿Por qué estas pantallas, que también podrían utilizarse para veladas de arte, cine público, documentales naturalistas, música clásica y conciertos para jóvenes, que ayudarían a la pacificación, se inhabilitan negándoles la energía?

Ya es hora, de que las cosas salgan a la Luz Pública. ¿Qué se hace con los 10 mil millones que sobran de los 22 mil que pagamos los ciudadanos por concepto de alumbrado público?

¿Dónde se pierde ese presupuesto, adentro o afuera?

Como en el famoso cuento de la llave, los responsables están adentro.

- “¿Narusdin… qué buscas?

- Se me perdió una llave.

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