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EL LAVADO DE CEREBRO DE LAS MARCAS

Brandwashed es un libro en el que Martin Lindstrom, su autor, nos da a conocer los secretos de cómo es que hacen las empresas y los expertos del marketing para manejar nuestros cerebros y hacernos comprar. Según varios estudios, los expertos en marketing hacen despertar partes de nuestro cerebro para seducirnos y hacernos gastar nuestro dinero y de manera sigilosa juegan con nuestros miedos, culpas, nostalgias y adoración de las celebridades, y muchas veces se alojan en lo más profundo de nuestras conciencias y es así como hacen que nosotros como consumidores nos volvamos fieles a las marcas.

En la primera parte Lindstrom nos habla de cómo las compañías inician las estrategias del marketing desde el vientre materno y como algunos productos utilizados en nuestra niñez llegan a ser indispensables durante esa etapa, con el fin de asegurar una lealtad de por vida. Una de las principales razones para que todas estas estrategias utilizadas en los niños sean tan eficaces es que aciertan en partida doble, es decir, no solo las primeras impresiones y preferencias que tenemos desde niños permanecen con nosotros por toda la vida, sino también nos sentimos atraídos a productos que nos permiten revivir esa sensación de volver a ser pequeños.

Pregonando el pánico y la paranoia: Porque el miedo vende, es el nombre que se le da a la segunda parte donde podemos darnos cuenta de qué manera se aprovechan de nuestros miedos, para vender. La incertidumbre del futuro, el miedo de nuestra imagen futura (nuestro “temido yo”), el miedo a los gérmenes y la llamada “culpa de madres” hacen que los expertos del marketing nos creen necesidades de las cuales somos obligados a satisfacer mediante las compras.

En la tercera parte nos damos cuenta de cómo los objetos tecnológicos, redes sociales, alimentos y marcas crean una adicción en nosotros como consumidores. Una verdadera adicción se puede definir como una dependencia persistente y descontrolada a una conducta o sustancia, ya sea alcohol, alimentos específicos, chocolates, juegos, compras o incluso el sexo. Llegando a la cuarta parte el autor nos muestra por medio de investigaciones realizadas como llevan a nuestro inconsciente a tomar decisiones de compras, como lo hizo “Axe” al lograr conocer las verdaderas motivaciones masculinas cuando se atrevió a lanzar un desodorante para hombres, creándole la idea al consumidor masculino por medio de sus comerciales de que al momento de echárselo serían capaces de provocar deseo en el sexo opuesto.

Es increíble como nuestra conciencia es manejada por la sociedad, ya que ninguno quiere ser rechazado o señalado por los demás, al contrario todos queremos ser aceptados, a esto lo denominamos “presión de grupo”. También podemos ver en este quinto capítulo como hacen las empresas para hacernos querer comprar algo que está de moda en el momento. Un interesante estudio publicado por la revista Science, en el cual los investigadores invitaron a veintisiete adolescentes a visitar un sitio web donde podrían escuchar y descargar música gratis, en donde algunos de ellos les dijeron cuales canciones habían descargado los visitantes anteriores, de hecho descargaron las mismas del grupo anterior; en la segunda parte de la investigación se dividieron en ocho grupos y solo les dijeron lo que había descargado su mismo grupo. Los investigadores encontraron que no solo los adolescentes tendieron a elegir las canciones destacadas por miembros de su grupo, sino también canciones destacadas en el momento, es decir, los consumidores se dejan llevar por lo que está en tendencia, convirtiéndose en un fenómeno donde no se toman decisiones propias, por el contrario las marcas son las que nos inducen a ese pensamiento de obtenerlas para sentirnos bien.

En la sexta parte podemos ver que la primera impresión que se tiene de un producto es de vital importancia para la decisión de compra del consumidor, nos dice el autor, puesto que este se guiara de las experiencias vividas para crear una imagen, ya sea positiva o negativa, por lo que las empresas se percatan de crear una buena conexión entre el consumidor y el producto. La escalera real de los profesionales del marketing se centra en que las celebridades como imagen de una marca son bastante importantes y es una de las estrategias más utilizadas por muchas empresas, ya que utilizan la imagen de la celebridad como medio de recordación, porque es más fácil para el consumidor asemejar a la celebridad con la marca.

El fin de la privacidad es algo bastante estratégico que utilizan los expertos del marketing porque es donde nos “siguen” los pasos a los consumidores y se basan en compras realizadas anteriormente para ir mirando cuales son los productos que nosotros como consumidores son los que más compramos. Por medio de estos datos que obtienen las empresas llegan al consumidor por medio de publicidad personalizada mostrándonos ofertas de los productos que más compramos, y es con esto que hacen que el consumidor se vuelva fiel a la marca.

El persuasor más oculto y potente de todos, está entre nosotros y así lo demuestra el experimento social “Los Morgenson”, un reality que fue inventado y puesto en marcha por el propio Lindstrom, por el cual nos podemos dar cuenta que una de las estrategias más eficaz del marketing es el boca a boca, además en el experimento social realizado por Martin Lindstrom se puede ver como se juntan varias estrategias cuando las amigas de la señora Morgenson compran varios productos mencionados y utilizados por ella, al igual que los amigos de los niños Morgenson que quieren tener los últimos juegos que ellos tienen, ya que su inconsciente quiere lo que tienen los demás para así poder ser aceptado en el grupo.

Finalmente las técnicas mostradas en el libro son bastante ingeniosas ya que con estas muchas empresas han tenido éxito y un buen posicionamiento frente al consumidor. Las campañas realizadas por los expertos del marketing son muy bien elaboradas ya que sin darnos cuenta nos manejan el cerebro de un modo silencioso y efectivo con el cual manipulan y seducen nuestra mente y al final de cuentas caemos en los trucos de sus marcas, lo cual nos obliga a comprar.

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