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Poemas Guatemaltecos

josesini10242 de Julio de 2013

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MANUEL GUTIERREZ NAJERA

NON OMNIS MORIAN

¡No moriré del todo, amiga mía!

De mi ondulante espíritu disperso,

algo en la urna diáfana del verso,

piadosa guardará la poesía.

¡No moriré del todo! Cuando herido

caiga a los golpes del dolor humano,

ligera tú, del campo entenebrido

levantarás al moribundo hermano.

Tal vez entonces por la boca inerme

que muda aspira la infinita calma,

oigas la voz de todo lo que duerme

con los ojos abiertos de mi alma!

Hondos recuerdos de fugaces días,

ternezas tristes que suspiran solas;

pálidas, enfermizas alegrías

sollozando al compás de las violas...

Todo lo que medroso oculta el hombre

se escapará, vibrante, del poeta,

en áureo ritmo de oración secreta

que invoque en cada cláusula tu nombre.

Y acaso adviertas que de modo extraño

suenan mis versos en tu oído atento,

y en el cristal, que con mi soplo empaño,

mires aparecer mi pensamiento.

Al ver entonces lo que yo soñaba,

dirás de mi errabunda poesía:

era triste, vulgar lo que cantaba...

mas, ¡qué canción tan bella la que oía!

Y porque alzo en tu recuerdo notas

del coro universal, vívido y almo;

y porque brillan lágrimas ignotas

en el amargo cáliz de mi salmo;

porque existe la Santa Poesía

y en ella irradias tú, mientras disperso

átomo de mi ser esconda el verso,

¡no moriré del todo, amada mía!

PARA ENTONCES

Quiero morir cuando decline el día

en alta mar y con la cara al cielo,

donde parezca sueño la agonía

y el alma un ave que remonta el vuelo.

No escuchar en los últimos instantes,

ya con el cielo y con el mar a solas,

más voces ni pelgarias sollozantes

que el majestuoso tumbo de las olas.

Morir cuando la luz, retira

sus áureas redes de la onda verde,

y ser como ese sol que lento expira:

algo muy luminoso que se pierde.

Morir, y joven; antes que destruya

el tiempo aleve la gentil corona,

cuando la vida dice aún: "Soy tuya",

aunque, sepamos bien que nos traiciona.

MARIPOSAS

Ora blancas cual copos de nieve,

ora negras, azules o rojas,

en miríadas esmaltan el aire

y en los pétalos frescos retozan.

Leves saltan del cáliz abierto,

como prófugas almas de rosas

y con gracia gentil se columpian

en sus verdes hamacas de hojas.

Una chispa de luz les da vida

y una gota al caer las ahoga;

aparecen al claro del día,

y ya muertas las halla la sombra.

¿Quién conoce sus nidos ocultos?

¿En qué sitio de noche reposan?

¡Las coquetas no tienen morada!...

¡Las volubles no tienen alcoba!...

Nacen, aman, y brillan y mueren,

En el aire, al morir se transforman,

y se van sin dejarnos su huella,

cual de tenue llovizna las gotas.

Tal vez unas en flores se truecan,

y llamadas al cielo las otras,

con millones de alitas compactas

el arco iris espléndido forman.

Vagabundas, ¿en dónde está el nido?

Sulanita, ¿qué harén te aprisiona?

¿A qué amante prefieres, coqueta?

¿En qué tumbas dormís, mariposas?

¡Así vuelan y pasan y expiran

las quimeras de amor y de gloria,

esas alas brillantesdel alma,

ora blancas, azules o rojas!

¿Quién conoce en qué sitio os perdisteis,

ilusiones que sois mariposas?

¡Cuán ligero voló vuestro enjambre

al caer en el alma la sombra!

Tú, la blanca, ¿por qué ya no vienes?

¿No eres fresco azahar de mi novia?

te formé con un grumo del cirio

que de niño llevé a la parroquia;

eres casta, creyente, sencilla,

y al posarte temblando en mi boca

murmurabas, heraldo de goces,

"¡Ya está cerca tu noche de bodas!"

¡Ya no viene la blanca la buena!

¡Ya no viene tampoco la roja,

la que en sangre teñí, beso vivo,

al morder unos labios de rosa!

Ni la azul que me dijo: ¡poeta!

¡Ni la de oro, promesa de gloria!

¡Es de noche... ya no hay mariposas!

¡Ha caído la tarde en el alma!

Encended ese cirio amarillo...

¡Las que tienen las alas muy negras

Ya vendrán en tumulto las otras,

y se acercan en fúnebre ronda!

¡Compañeras, la pieza está sola!

Si por mi alma os habéis enlutado,

¡Venid pronto, venid mariposas!

PARA EL CORPIÑO

Las campánulas hermosas,

¿sabes tú qué significan?

Son campanas que repican

en las nupcias de las rosas.

-Las campánulas hermosas

son campanas que repican.

¿Ves qué rojas son las fresas?

Y más rojas si las besas...

¿Por qué es rojo su color?

Esas fresas tan suaves

son la sangre de las aves

que asesina el cazador.

Las violetas pudorosas,

en sus hojas escondidas,

las violetas misteriosas

son luciérnagas dormidas.

¿Ves mil luces cintilantes

tan brillantes cual coquetas,

nunca fijas, siempre errantes?

¡es que vuelan las violetas!

La amapola ya es casada;

cada mirto es un herido;

la gardenia inmaculada

en la blanca desposada

esperando al prometido.

Cuando flores tú me pides

y te mando "no me olvides".

y esas flores pequeñitas

que mi casto amor prefiere,

a las blancas margaritas

les preguntan; "¿No lo quiere?"

"¡No me olvides!" Frescas flores

te prodigan sus aromas

y en tus hombros seductores

se detienen las palomas.

¡No hay invierno! ¡No hay tristeza!

Con amor, Naturaleza

todo agita, todo mueve...,

luz difunde, siembra vidas...

¿Ves los copos dela nieve?

¡Son palomas entumidas!

Tiene un alma cuanto es bello;

los diamentes son los trémulos amantes

de tu cuello.

La azucena que te envío

es novicia que profesa,

y en tu boca es una fresa

empapada de rocío.

Buenos dioses tutelares,

dadme ramos de azahares.

Si me muero, dormir quiero

bajo flores compasivas...

¡Si me muero, si me muero,

Dadme muchas siemprevivas!

EFÍMERAS

Idos, dulces ruiseñores.

Quedó la selva callada,

y a su ventana, entre flores,

no sale mi enamorada.

Notas, salid de puntillas;

está la niñita enferma...

Mientras duerme en mis rodillas,

dejad, ¡oh notas!, que duerma.

Luna, que en marco de plata

su rostro copiabas antes,

si hoy tu cristal lo retrata

acas, luna, la espantes.

Al pie de su lecho queda

y aguarda a que buena esté,

coqueto escarpín de seda

que oprimes su blanco pie.

Guarda tu perfume, rosa,

guarda tus rayos, lucero,

para decir a mi hermosa,

cuando sane que la quiero.

A UN TRISTE

¿Por qué de amor la barca voladora

con ágil mano detener no quieres,

y esquivo menosprecias los placeres

de Venus, la impasible vencedora?

A no volver los años juveniles,

huyen como saetas disparadas

por mano de invisible Sagitario;

triste vejez, como ladrón nocturno,

sorpréndenos sin guarda ni defensa,

y con la extremidad de su arma inmensa

la copa del placer vuelca Saturno.

¡Aprovecha el minuto y el instante!

Hoy te ofrece rendida la hermosura

de sus hechizos el gentil tesoro,

y llamándote ufana en la espesura,

suelta Pomona sus cabellos de oro.

En la popa del barco empavesado

que navega veloz rumbo a Citeres,

de los amigos del clamor te nombra,

mientras tendidas en la egipcia alfombra,

sus crótalos agitan las mujeres.

¡Deja, por fin, la solitaria playa,

y coronado de fragantes flores

descansa en la barquilla de las diosas!

¿Qué importa lo fugaz de los amores?

¡También expiran jóvenes las rosas!

RESUCITARÁN

Los pájaros que en sus nidos

mueren, ¿a dónde van?

¿Y en que lugar escondidos

están, muertos o dormidos,

los besos que no se dan?

Nacen, y al punto traviesos

hallar la salida quieren;

¡pero como nacen presos,

se enferman pronto mis besos

y, apenas naces, se mueren!

En vano con raudo giro

éste a mis labios llegó.

Si lejos los tuyos miro . . .

¿sabes lo que es un suspiro?

¡Un beso que no se dio!

¡Que labios tan carceleros!

¡Con cadenas y cerrojos

los aprisionan severos,

y apenas los prisioneros

se me asoman a los ojos!

...

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