Poesia

UN MUNDO ENORME Y NUEVO

Llegue a este mundo por una división donde mi madre dio la vida para producir a mi hermano, el cual murió por no lograrse adaptarse, y a mí, me dio el paso para mi primera etapa de vida, donde el crecimiento era continuo ya que era idéntica mi madre solo que mi tamaño era menor, pero con los diferentes cambios de clima y los distintos medios que tuve que pasar yo solo para sobrevivir, ha sido un camino con muchos obstáculos.

Ya en los últimos días he decidido que quiero compartir la historia de mi dura vida, pero  puedo comprender lo útil que he sido para un mundo tan grande que me rodea llamado Tierra, y que a su vez he logrado entender y formar parte del mismo.

Todo comienza un día lluvioso, aquel momento donde un cuerpo extraño de color como crema, que era mil veces más grande que yo, tenía cinco varitas de diferentes tamaños que se movían continuamente, se acercó de tal forma que mi cuerpo opto por adherirse a aquello. Con este nuevo hogar logré trasportarme a grandes dimensiones, parecía un viaje espacial, pero este instante duro unos pocos momentos cuando de repente me doy cuenta que aquel cuerpo enorme interacciona con otros objetos y que a su vez ahí seres de menor, igual y mayor tamaño que él, logrando observar que donde me encontraba era una punto invisible; estos seres eran llamados humanos y en mi caso yo era una bacteria microscópica.

Después de unas cuantas horas aquel sitio me transfiere a un objeto plateado y de contextura rígida, además con temperatura baja, donde su forma parecía una cuna, este elemento me llevo a un universo paralelo, donde la luz del sol ya no existía, donde el comienzo del recorrido en aquel espacio, era suave, pero áspero, entraba mucha brisa, pero a la misma vez era mojado todo, debido a que continuamente se abría y cerraba una compuerta blanca compuesta de 32 ladrillos que trituraban todo aquello que se introducía a esta dimensión. Así que no era muy fácil pasar aquel muro, sino era en pequeños pedazos.

Más tarde paso algo extraño, llegue a un rodadero tan largo que me pareció infinito, donde habían diversas paradas, cada estación era una revisión y una separación, de acuerdo a su utilidad, pero desde el principio detecte un grupo de agentes que me seguían a todas partes, vigilándome a cada momento. Cuando llegue a una bolsa enorme donde cada instante había  lluvia acida, de la cual logra debilitar mi crecimiento, debido al acido que me cae; después de un tiempo encuentro un lugar tan cómodo, que es pasando aquella bolsa de ácidos, por un pequeño puente, llego a instalarme en otra bolsa de menor tamaño que su función era segregar sustancias que no me afectaban debido a la compatibilidad de mi cuerpo con dicha sustancia.  

En ese momento, me doy cuenta que ha llegado la hora de reproducirme, debido a las circunstancias que se me presentan en este viaje, y además, la soledad me atormenta, por esta razón, programo mi cuerpo que después de unos cuantos días se ha madurado para ser capaz de crear nuevos frutos, desde ese momento me doy cuenta de la importancia de la duplicación de mis intestinos, de mi material genético, y todo aquello que me compone, para que de esta forma mis hijos sean idénticos a mí.

Con la llegada de mis hijos, me da la oportunidad de darme cuenta que esta multiplicación, ha llevado que en menos de un día seamos una enorme población, que a pesar de no estar presente físicamente, estoy dividida en todo el pueblo, donde todos somos idénticos unos de otros, y por esto hace que los agentes que me persiguieron en un periodo donde inicie mi travesía, desaten una guerra contra mi gente, llevando a cambiar aquel universo donde me encontraba, ya que me he dado cuenta que la temperatura ha subido, los continuos temblores y ajetreo que han tenido los diferentes componentes de este mundo, tanto así que decido avanzar en busca de mejores condiciones de vida para toda mi familia. Llevándolos a un lugar donde parecía un laberinto sin salida, pero a medida que avanzaba se incrementaba un olor fétido. Ya en la recta final me reuní con otros tipos de parientes de diferentes composiciones, incorporándonos a una mezcla viscosa, de color café, y obvio con un pésimo olor; donde en menos de nada salió, de tal forma que caímos en un recipiente cilíndrico, dándome cuenta que había regresado al mundo real, donde el sol era la luz diaria.

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