Proceso De Aprendizaje

La duración del día y del año escolar determinan los espacios en los que niños y jóvenes tendrán oportunidad de ampliar sus posibilidades para aprender y desarrollar sus competencias para la vida. Dentro de esos límites, las oportunidades de aprendizaje reales del alumno dependen de la cantidad de tiempo que se dedique a las actividades orientadas ciertamente al desarrollo y fortalecimiento de los contenidos definidos en el currículo nacional, siempre previendo su variedad y grado de desafío para estimular a los niños a aprender y evitar la distracción o el fastidio.

En este sentido, las posibilidades de ampliar en mayor o menor medida las oportunidades de aprendizaje de los niños que cursan la educación básica y de fortalecer el desarrollo de sus competencias no se resuelve sólo con la extensión de la jornada escolar. Lo decisivo es la forma como se aproveche el tiempo y que el alumno se involucre efectivamente en el aprendizaje. Hay que tener presente que el aprendizaje es un proceso en el cual el ser humano construye conocimientos mediante una serie de actividades que incluyen la observación del mundo circundante, su propia acción sobre los objetos a conocer, la información que recibe del exterior y la reflexión ante los hechos

Todos aprendemos a partir de un mundo de significaciones propias y por consiguiente el aprendizaje sólo tiene sentido en su carácter vivencial, en el uso y la función que tiene en una práctica social, en la vida cotidiana, en la construcción de un presente y un futuro de calidad. En el ámbito escolar el aprendizaje es un proceso que tiene que ver con lo que se enseña en clase y la forma cómo se enseña.

Aprender es perseguir un objetivo. Para que los niños se entreguen de verdad a aprender, deben estar convencidos por sí mismos de la “utilidad” del saber propuesto. Los alumnos, a partir de lo que se les propone hacer en la escuela, se construyen una idea de lo que se espera de ellos: desarrollar su capacidad de pensar de una forma nueva en los diversos dominios del saber.

Aprender es integrar nuevos contenidos en su conocimiento anterior. Nuestros niños interpretan los acontecimientos con la ayuda de las estructuras mentales existentes que les son funcionales y suficientes en un ámbito familiar. La tarea del docente es pasar de esas estructuras funcionales a conceptos más elaborados a partir de una serie de interacciones maestro alumnos, que se mantienen hasta que éstos hayan adquirido las estructuras cognitivas necesarias para la comprensión.

Aprender es organizar el propio conocimiento. La forma como se facilitan los conocimientos a los alumnos impacta en su rendimiento escolar. Es necesario organizar bien la información que se propone aprendan los estudiantes para modificar sus esquemas de conocimiento.

Aprender a desarrollar las estrategias. Una actividad escolar involucra, entre otras cosas, el desarrollo de habilidades y

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