Rafael Maria Baralt. De Prosista A Poeta

DE PROSISTA A POETA

Cuando llega a España, en marzo de 1842, a la edad de casi treinta y dos años, es todo un escritor, formado y dueño de una prosa de excelente calidad. Pero a poco de residir en Sevilla durante los tres primeros años, se le despiertan deseos de cultivar también la poesía en verso.

Este maduro escritor, pues, al decidirse a caminar por los predios de la poesía, comprendió sin duda que necesitaba orientación y guía. No podía Baralt empezar a escribir versos nada más que a impulsos de su deseo y de su fantasía. Él tiene un nombre de escritor reconocido que debe cuidar. Además, gracias a su formación, su criterio y su gusto literario se da cuenta de que, cito, «para superar la lastimosa y general decadencia romántica, e incorporar su nombre al de los poetas que luchan por dignificar las letras españolas, él tendrá que trabajar con mayor esfuerzo y tesón».

Quiero subrayar con esto dos circunstancias muy importantes que nos ayudan a apreciar mejor el carácter y el mérito de las poesías del poeta venezolano. Una es la edad algo tardía en que empieza a ejercitarse como poeta. La otra, su preocupación de literato bien formado, docto en lenguaje y respetuoso de las formas del buen decir. Baralt piensa necesario tomar clases de literatura que impartía el sabio maestro y admirado poeta don Alberto Lista.

Ambas circunstancias influyen poderosa y casi decisivamente en el tipo general de sus poesías.

El poeta busca siempre una pista para el retorno a los ejemplos de elevado y sereno estilo de las escuelas “sevillana” y “salmantina” del Siglo de Oro, y se suma decididamente a la práctica de tales enseñanzas, que juzgó necesarias, al querer realizar obra de verdadero poeta. Esta convicción obliga Baralt a un esfuerzo afanoso, con que obtiene expresarse en un lenguaje casi siempre de irreprochable pureza y exactitud.

Pero esta preocupación por la dignidad del lenguaje, de tal manera parece embargarlo, que apenas se atreve a soltar de un todo las andaderas del preceptismo neoclásico.

Con lo dicho admito que la poesía de Baralt es en general más narrativa que lírica, no obstante las numerosas composiciones, y las más trabajadas, escritas en odas y sonetos, que según la preceptiva clásica son formas especialmente apropiadas para el género lírico.

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