Reyes Y La Poesía

Reyes y la poesía

En El deslinde, Reyes Sostiene que entre el poeta y el discurso poético median distanciamientos de ironía y estilización, de composición, de tradición literaria, distanciamientos que, precisamente, devienen posibilitados en grado mayor por su no ser discurso del poeta. El punto radica en que no se puede evidenciar la biografía de un poeta a partir del análisis de su poema. Sólo otros documentos biográficos pueden darle base científica

Esto nos recuerda a la mimesis platónica que simplificado sería que el mundo es la copia de la copia del mundo perfecto, y que el poeta no era fiable porque a través de su poesía solo lograba reproducir una mera imitación, es decir, seguir copiando sin tener la fuente principal.

Citando al Génesis y aludiendo a un soneto basado en aquel pasaje bíblico, Alfonso Reyes, nos inicia en un viaje donde se plantean divergentes desde el principio, en un lado los seguidores de la tradición prosódica y todo lo que ella implica (metros, estrofas etc.) y los que se aferran a libertad de no encasillarse al sistema antes dicho.

El poema explica, expone y exorciza en sus versos al subconsciente, sin embargo el sentido del arte va de la subconsciencia a la conciencia. Y en la conciencia el orden de las cosas para darle forma y ser algo sin pies ni cabeza difícil de descifrar, pues es bueno prescindir de la tradición pero tampoco se puede relegar a un segundo plano.

Es válido aferrarse a la tradición prosódica, como también lo es deslindarse de ella, ya que el arte plantea sus propias leyes que después se pueden romper en medida que te relacionas con él, por el contrario puedes prescindir de la forma prosódica, pero no de prescindir de toda norma. El que abandona la tradición prosódica contrae compromisos y se encamina por lugares inciertos a su deriva.

Se puede emancipar de cualquier procedimiento rutinario, pero esto en nada afecta a la idea de la libertad, el artista tiene que someterse de rigor a las disciplinas, dominarlas y transformarla en virtud. El artista produce libertad como término de su obra pero no opera con libertad. En la actualidad la idea de Libertad tiene un sentido muy limitado y muy poco libre.

El arte poética no es un juego simple sino que implica jugar con fuego, el fuego como bien se sabe sólo consume, pero el fuego controlado puede mover civilizaciones. El poeta debe insistir mucho en la poesía como efecto de palabras, el poeta debe hacer de sus palabras “cuerpos gloriosos”. A veces el poeta necesita y quieres expresar emociones imprecisas, de ahí que se entienda que la poesía nace para sugerir, pero esto no es cierto, ya que el lenguaje es un producto de nuestras necesidades prácticas. El poeta debe ser preciso en las expresiones de lo impreciso.

“Hasta los perros sienten necesidad de aullarle a la luna llena, pero eso no es poesía” no todo lo

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