ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Sumallacta y unos futres raros


Enviado por   •  15 de Octubre de 2013  •  Informes  •  417 Palabras (2 Páginas)  •  448 Visitas

Página 1 de 2

editar] XX. SUMALLACTA Y UNOS FUTRES RAROS.

Uno de los comuneros de Rumi, Demetrio Sumallacta, el flautista, se había instalado en la capital de la provincia, donde vivía con su mujer y su suegro. Durante un día de fiesta, cuando el pueblo se hallaba lleno de visitantes, Demetrio reconoció una voz conocida que concentraba la atención de un grupo de personas. Al asomarse reconoció a su viejo amigo Amadeo Illas, quien relataba el cuento de «El zorro y el conejo». La fábula trataba sobre un conejo que con habilidad lograba constantemente burlarse del acoso de un zorro que quería devorarlo. Demetrio se enterneció al ver a Amadeo pero no se acercó a saludarlo, pues pensó antes cómo agasajarlo. Llevaba tres soles en su bolsillo, producto de la venta de leña que debía entregar a su esposa. Su suegro le reclamaba también diariamente una botella de cañazo y Demetrio le complacía a veces. Pero esta vez pensó gastar el dinero invitando a Amadeo y para tal efecto entró a una bodega para comprar dos botellas de aguardiente. Allí estaban tres futres (petimetres o presumidos): un folklorista, un escritor y un pintor, quienes discutían sobre el cuento que acababan de escuchar. El zorro, según interpretaba unos de ellos, representaba al mandón y el conejo al indio; pero el conejo, al igual que el indio, solía desquitarse. El pintor, al ver a Demetrio con su antara colgada del cuello, le pidió ser su modelo para una pintura; a cambio le daría dos soles diarios. Demetrio, sorprendido por tal oferta, aceptó y siguió a los tres futres hacia una habitación de hotel donde el pintor tenía su estudio. Observó dos cuadros del artista: uno representaba a un indio orando y otro a un maguey. Le impresionó este último, diciendo que él también tenía un maguey frente a su casa y que viéndolo así reproducido pictóricamente, recién entendía que el árbol podía mirar. Los futres celebraron lo dicho por Demetrio y discutieron entre ellos sobre las cualidades de la raza nativa. Al regresar a su casa Demetrio entregó los tres soles a su esposa y una botella de cañazo a su suegro. Les contó luego su encuentro con los tres futres raros que hablaban bien del indio, y cómo tras ver una pintura había entendido que el maguey tenía vida y podía ver. El suegro se burló de sus ideas pero Demetrio no le hizo caso y se durmió pensando en el maguey y sus cualidades, que lo hermanaban con el indio.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (2.4 Kb)  
Leer 1 página más »
Disponible sólo en Clubensayos.com