UNA LECCION DE VIDA
yaqui2112Apuntes14 de Julio de 2019
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UNA LECCIÓN DE VIDA
Había una vez una ancianita que vivía sola en una pequeña cabaña, su hijo se tuvo que ir al extranjero por su trabajo, y su esposo había fallecido solo hace 3 meses.
Un día, cuando la ancianita estaba limpiando, tocaron a su puerta y le entregaron un paquete con una nota que era de su hijo y lo que decía era lo siguiente:
“Querida mamá lo siento porque no puedo estar a tu lado, pero estoy trabajando y eh estado ocupado, para que me perdones te mando este sirviente, para que te ayude en la casa y te haga compañía. Te quiero, tu hijo Luis”
La anciana al ver esto estaba triste, cayo una lagrima de sus ojos, pero se puso fuerte y decidió abrir el paquete para ver que estaba adentro y era un pequeño robot, la anciana lo prendió y el robot se puso a limpiar, barrer el piso, sacudir las ventanas, acomodar los muebles:; y la anciana se puso a descansar. Pasado un rato el robotcito dejo todo impecable, al ver a la ancianita de frio decidió abrigarla y dejarla dormir, a la mañana siguiente el robot le había preparado el desayuno, todo lo que estaba en la mesa era delicioso, al terminar su desayuno la ancianita le dio las gracias al robot, el le respondió moviendo la cabeza.
Un día la anciana había salido a comprar unas cosas para la semana y algo para el robot en agradecimiento, había pasado una hora y el pequeño robot se había quedado esperando afuera de la casa, y al ver que llegaba fue a ayudarla con las compras; después de eso la ancianita lo llamo y le dijo que le tenía una sorpresa y era una lata de aceite y suéter donde decía te quiero, el pequeño se sentía feliz y le dio un abrazo. Después entraron a la casa y como la ancianita estaba muy agotada se puso a descansar en el sofá y a mirar la televisión; el robot trajo un banquito que había encontrado, decidió ponerse al lado de ella y también a mirar la televisión, en eso paso un comercial que anunciaba un circo, “El circo de los cielos”, al robot parecía gustarle y se veía emocionado, ilusionado al ver que en el circo habían; payasos, acróbatas, domadores, malabaristas y mucho más.
La ancianita al ver al robot ilucionado y tan concentrado en el comercial, le quería hacer una sorpresa, ya había pasado una semana y era el día en el que el circo
se presentaría entonces el robot fue a decirle a la ancianita que quería asistir, en eso ella saco de su bolcillo dos entradas para el circo. El robotcito se puso muy feliz, entonces la ancianía le dio las entradas al robotcito para que él las guardara ya que ella se sentía un poco mal. Faltaban algunas horas para que inicie la función en el circo y como la ancianita se sentía muy mal el robot le preguntaba si necesitaba algo y ello le dijo que le traiga su té de las tardes, después de tomar todo su té, la anciana le pidió su sombrero al robot a lo que él fue corriendo a traérselo, pero cuando se lo entrego la anciana ya no se movía, el pequeño robot intentaba despertarla porque creía que estaba dormida, la ancianita no respondía y el robot muy preocupado le decía: “Mamá, mamá despierta.” El robotcito la abrazo y estuvo a su lado todo el tiempo.
Pasaron dos meses, y el robot se pasaba viendo las entradas del circo al que no pudo ir con la persona que más quería. Un día el robotcito decidió salir a la calle, como el no conocía mucho parecía algo perdido y asustado, él seguía caminando hasta que de pronto paso un camión y atropello al pequeño robot, él se despertó pero vio su cuerpo destruido. Levanto la mirada y vio a la ancianita y dijo: “¿Mamá eres tú?”, en eso corrió y la abrazo y dijo que la había extrañado muchísimo. A lo que ella respondió diciéndole: “también te extrañe y ahora cumpliré lo que te prometí”.
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