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Un Leccion De Vida


Enviado por   •  17 de Mayo de 2013  •  2.569 Palabras (11 Páginas)  •  586 Visitas

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“No es eterno... Pero no puedo ver el final…”

La vida pasa sin sentido, un camino que se debe encontrar, no vale vencerse, se tiene que luchar, muere alguien querido, es tan fácil lamentar, lo difícil, lo realmente complicado es olvidar. Lo mismo pasa con el amor, un día es fantástico, lleno de aventuras, pasión y al día siguiente no se para de pelear. Drástica la comparación pero es verdad.

Ya no hay vuelta atrás, fracasos tras fracasos, y pensamos que es tiempo de mejorar. Al no decir nada, la gente piensa lo peor. Para él es fácil decir “estoy bien”, aun cuando no lo está. Ignora el vacio, el dolor para no sentirse peor, nunca llora se muestra rígido. Ríe para disimular, forza una sonrisa para mitigar lo doloroso, pero jamás se podrá salir de ese hoyo en el que cada día se cava mas y mas.

Todo empieza por un mal entendido, un minuto retrasado, un momento… todo queda arruinado. El intenta solucionarlo, intenta hablarlo pero ha empeorado las cosas un poco más. Pero no debe mostrarse triste, un hombre nunca debe mostrar su debilidad, debe ser fuerte y todo queda arruinado, intenta solucionarlo hablando pero parece que todo se empeora un poco más. Debe suprimir sus sentimientos, pero es diferente, cuando sabe que todo terminara comienza a cambiar. Y todo se ve diferente, ahora le falta el aliento, sus latidos, su calor.

Tiene la vida que siempre deseo tener, tiene la vida que quiere pero no encuentra la manera de equilibrar su felicidad. Tiene un carro último modelo, tiene mucho dinero, tiene esposa, aquí empieza el error, no sabe disfrutar cada momento, solo vive como si fuera un día más. Segundo error, no da gracias por lo que tiene, no intenta compensarlo, es egoísta, es solo él y nada más. Tercer y último error, no perdona, dice que todo debe ser perfecto, al diablo los errores pues de ellos jamás se aprenden.

FASE I

LA VIDA DIARIA

Eran las dos de la tarde, hora de la comida. Noah no había tenido un buen día así que solo, tan solo esperaba llegar a casa y comer con su esposa Sam y dejar sus problemas atrás. Pero las cosas nunca salen como uno espera, tal y como uno las planea, pero las cosas no fueron así, todo se complico, no era lo que tenía en mente, empieza la pelea que es difícil de parar, no quería arruinar más el día...lo logra.

Salió azotando la puerta, dejando atrás todo lo que lo atormenta en ese momento. Repetía palabras vanas en su mente, pensando cosas que no se debería pensar pero el coraje y la ira no lo dejan relajar. Se detiene a la mitad de las escaleras, se pone a pensar “porque siempre debe pasar esto”. Y desea regresar, se da la vuelta, sube un escalón y se congela todo, en un segundo los recuerdos vuelven y alteran su mente, ahora ya no quiere regresar, se da la vuelta, retorna a bajar. Recuerda cuando era su aniversario y todo salió mal, recuerda que la vio llorar, fue su culpa, eso dicen los demás. La verdad es que ella tiene un genio del mal, cualquier obstáculo hace que se vuelva imposible cruzar, se complica la vida y culpa a los demás.

Entonces se arrepiente, recapacita y golpea la pared blanca, dejando sus nodillos incrustados en ella, dando media vuelta se dirige hacia la cochera. Abre la puerta, se encuentra al vecino y lo ignora, no hay necesidad de hablar, da igual, tampoco ellos saludan entonces él no se ve tan mal. Busca las llaves en el buzón, camina y entra a ese inmenso tanque blindado que le da privacidad, su lugar de escondite donde puede reflexionar. Enciende el motor, sale del garaje sin fijarse si alguien pasara, no importa la vida ya, está harto de vivir lo mismo diario. Solo le interesa su bienestar, al diablo los demás.

Hacía frío, un cielo nublado. Uno de esos días que en el cual es preferible quedarse en casa a descansar, leyendo, viendo una película, con una taza de chocolate o café caliente en la mano.

Por causa de la pelea, el conducía sin sentido alguno, intentando pensar en cómo solucionarlo. Maneja para desestresarse, ya lo ha hecho antes pero no sabe que algo pasara, tiene el presentimiento pero lo ignora, cree saber lo que hace, nada puede salir mal, asegura que tiene una vida por delante y que nada puede pasar, no morirá. Es necio, pero la mente no funciona cuando uno está enojado. Realiza acciones por impulso y se deja llevar. Se confía demasiado y conduce sin pensar.

Llega a un café. Pide su café y se estaciona enfrente del local. Adentro de la camioneta enciende el estéreo y pone su canción preferida. Al escucharla se relaja, no es hora de pensar en algo. Lleva cuarenta minutos sin saber de ella y siente que la perderá así que decide regresar. Va un poco más relajado pensando en que le dirá a su esposa amada, está a dos cuadras cuando lo inesperado hace su aparición, una camioneta azul se le atraviesa y no logra controlar su vehículo, intenta esquivarlo y se estrella contra un poste.

Nada pasa, no sufre ningún daño, solo el susto y el coraje. Decide no llamar a su esposa para no alarmarla, al fin, solo fue la camioneta la que se daño. Espera que llegue el seguro y la grúa para llevarse el vehículo. Fueron tres horas, pero no fue tiempo perdido, logra tranquilizarse y regresa a su casa caminando. Llego a su casa y abre con cuidado para no hacer ruido, todo está oscuro y en silencio, hay una carta en la mesa pero no la lee, pero la guarda en su saco. Entra al cuarto y su esposa ya está dormida, abre el closet silenciosamente, se cambia y se acuesta lentamente en la cama a lado de su esposa, es inevitable tener insomnio, después de un susto y un día estresante…comienza a pensar en todo lo bueno junto a su lado, no encuentra nada, se siente vacio, cierra los ojos e intenta dormir.

Ya es la mañana, suena el odioso despertador, se levanta, se sienta, la voltea a ver, no siente nada. Elije su ropa de trabajo y se mete a bañar, al salir encuentra la cama hecha, tarda en cambiarse y solo oye un: adiós amor. Se asoma y solo oye que se azota la puerta. Sale del cuarto y va a la cocina, allí encuentra el desayuno ya preparado y una nota que dice:

“Perdón mi vida, estoy un poco loca, no volverá a pasar.

SOLO DIME QUE ME AMAS Y NO ME ABANDONARAS”

Sonríe y se lamenta por no haberla visto en la mañana. Se apura a comer para ir a trabajar. Va al baño, se acicala y sale corriendo de la casa, decide irse en metro para lograr llegar a su trabajo a tiempo. Jamás lo había usado porque era un transporte para

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