Un marido sin vocacion.

Un marido sin vocación

Esta es una historia de un hombre poco común llamado Ramón Camomila que decidió casarse por capricho y no por amor, pues ni siquiera tenía novia, después de que un microbio muy conocido lo atacó, rudo y voraz conocido como la furia matrimonial.

De esta forma, Ramón Camomila salió a la calle y en dos horas había conocido a Silvia quien seria su futura esposa; una chica algo rubia, algo baja, algo gorda, algo sosa, algo rica y algo idiota.

Y al año, todos los amigos asistieron a la boda, una boda como todas las bodas.

Sin embargo una vez se cumplió lo que quería Ramón Camomila, casarse; al subir al auto fugitivo, se dio cuenta del error que había cometido ya que vio claro que ni amaba a Silvia, ni notaba inclinación ninguna al matrimonio, ni sintió su alma con la vocación mas mínima por construir un hogar dichoso.  Así que decidió romper su compromiso logrando el odio de Silvia, para obligarla a suplicar un divorcio rápido. Por eso se dispuso a hacer burradas a cual más disparatadas para inspirarle asco a Silvia.

Su burrada inicial comenzó al momento de que el fotógrafo iba a tomar la fotografía (visita clásica tras una boda) Ramón Camomila decidió que no iba a salir en la fotografía y que su lugar seria ocupado por el fotógrafo obligándolo a pagar la fotografía tomada por él.

A continuación, durante el viaje de novios hacia Irún, Ramón no quiso subir al vagón con Silvia, sino que lo hizo en la locomotora partiendo carbón junto a los maquinistas.

Mas tarde en Irún, compró sus harapos a un sordomudo andrajoso y acompaño a Silvia vestido de harapos por toda la cuidad.

Ramón vistió a continuación sus fracs mas maravillosos y se hizo pasar por criado ateniendo la llamada de los asistente a un restaurante o cualquier espacio publico, y llegó incluso a pintarse sus parpados con barniz rojo.

Con estos comportamientos, al final del cuento Ramón Camomila termino trasladado al manicomio. Y así logro su objetivo su contrato matrimonial se había roto.

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