Sin Destino

Imre Kertész, Sin destino

Sin destino relata la historia de un joven judío que es mandado a varios campos de concentración, donde padece su dolor y el de todos los presos que allí habitan o, sobreviven.

Sobre esta novela me gustaría destacar al personaje principal, y toda la frialdad que lleva consigo durante todo el trayecto de la narración.

Durante las primeras paginas, se muestra como mandan primero al padre del joven a un campo de trabajo. Veamos un fragmento de todo lo que ocurre en la cabeza de nuestro protagonista:

“No sé muy bien que le prometí a mi padre. Al instante me encontré entre sus brazos y su contacto me cogió de improvisto. Lloré, no sé si por eso o por otro motivo, por el agotamiento o porque desde aquella pequeña charla que mi madrastra me había dado por la mañana me había estado preparando para ello. Cualquiera que fuera la razón estuvo bien que así sucediera, y me pareció que mi padre también se sentía aliviado. Luego me dijo que me acostara, estaba bastante cansado. ”

En este fragmento podemos ver claramente esa frialdad de la que hablábamos. György, el joven protagonista de la obra, no muestra ningún sentimiento hacia su padre: ni pena, ni respeto, ni dolor,… nada, es frívolo, no le importa que manden a su padre a un campo de trabajo. No sabe el porqué de sus cortos llantos, quizás porque, como él mismo menciona, así su padre se siente más aliviado, más feliz de que si hijo se preocupe y sufra por él. Pero György no siente absolutamente nada.

Otro punto del libro donde podemos ver esa frialdad, es cuando se lo llevan hacia el primer campo de concentración.

El protagonista cree que es normal que le hagan bajar del tren cuando este iba a trabajar, también cree que es normal que le miren mal por la calle, pues el es judío, distinto a los demás, por así decirlo.

En el horrible trayecto en tren hacia el primer campo de trabajo, iban personas de todas las edades y sexo. Veamos pues el fragmento donde...

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