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Yo Soy Malala


Enviado por   •  7 de Julio de 2015  •  408 Palabras (2 Páginas)  •  209 Visitas

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Malala nació en el valle de Swat, en el norte de Pakistán, en el seno de una familia numerosa. Así describe su tierra: “Vivimos en el lugar más hermoso del mundo. Mi valle, el valle de Swat, es un reino celestial de montañas, cascadas y lagos de agua clara”.

Un país de contrastes. Un país en el que la mujer era un ser desdeñado, como se afirma en estas páginas. “Cuando nací, los habitante de nuestra aldea se compadecieron de mi madre y nadie felicitó a mi padre”. Le pusieron el nombre de Malalai de Maiwand, la mayor heroína de Pakistán.

Desde pequeña empezó a ir a clase, con el apoyo inestimable de su padre, director de la escuela. Era una niña precoz, inteligente y lectora. “Yo leia mis libros como Ana Karenina y la novelas de Jane Austen, y confiaba en las palabras de mi padre”. “Malala es libre como un pájaro”

En paralelo a su trayectoria se desarrollan los acontecimientos históricos y vaivenes políticos. Durante una década se sucedieron los gobiernos de Benazir Bhutto, Nawaz Shari y Musharraf. Y más tarde llegaron los talibanes, procedentes de Afganistán.

“Yo tenía diez años cuando los talibanes llegaron a nuestro valle”. Y en el año 2008 habían destruido cuatrocientas escuelas.

Malala se propuso defender que las niñas pudieran estudiar. Por eso, cuando su padre recibió una llamada de la BBC pidiendo la voz de una niña que escribiera un diario sobre los talibanes, se ofreció a hacerlo. Con once años llevaba un blog, por supuesto con seudónimo, convirtiéndose en una pequeña activista y arriesgando su vida. En 2010 Malala fue nominada para el Premio Internacional de la Paz. Poco a poco, sus actividades empiezan a ser conocidas y los talibanes la ponen en su punto de mira.

Ante el peligro y la amenaza tienen que abandonar su población y marchar a Karshat la aldea de su madre.

“Abandonar el valle fue lo más duro que había hecho en mi vida hasta entonces” manifiesta Malala recordando las palabras de su abuela: “Ningún pashtún abandona su tierra gustosamente. Se marcha por la pobreza o se marcha por amor”. En este caso fueron otros motivos.

Y llegó el 9 de octubre de 2012 cuando en el autobús escolar fue brutalmente agredida y se cumplió a la letra lo que reza un tradicional proverbio pashtun “Prefiero recibir tu cuerpo acribillado a balazos con honor que la noticia de tu cobardía en el campo de batalla”

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