Сuento

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Érase una vez una familia que vivía en un castillo muy lejano a la sociedad común, allí vivían muchos animales y habitaban muchas plantas. Una vez los príncipes tuvieron que salir del castillo e ir a la sociedad a resolver unos asuntos de la realeza, pero de camino al pueblo ocurrió un accidente que cobró la vida de los padres de Nicolas y Felipe. Los hermanos quedaron huérfanos, aunque tenían todo el apoyo de sus abuelos paternos que eran los reyes del castillo donde vivían, allí cada hermano tenía una mascota, Felipe era muy amigo de su perro y Nicolas de su gato, con ellos hablaban mucho y eran muy parecidos a sus dueños, mientras Felipe era un niño calmado, obediente y muy responsable al igual que su perro, Nicolas era un niño rebelde, desjuiciado y perezoso como su gato.

Los reyes siempre tenían muy en cuenta el futuro de sus apreciados nietos y a medida que fueron pasando los años pensaron en que se llegaba el momento de encargarle a cada hermano una responsabilidad que reemplazaría la ausencia de sus padres fallecidos y finalmente ser los nuevos príncipes del castillo. Como era de costumbre Nicolas jamás cumplía las reglas que sus abuelos le encargaban, era un joven de desjuiciado, que no le gustaba estudiar y que solo quería tener la corona para presumirla ante la sociedad como todos los días le recordaba su gato al despertar, por el contrario Felipe seguía con frecuencia los consejos de su perro, como fiel amigo del hombre le aconsejaba que debía estudiar mucho para que un día no muy lejano fuera el dueño y señor de todas las tierras de sus abuelos, y así poder gobernar honorablemente como un día lo habían hecho sus padres y como lo hacían sus abuelos en el momento.

Tan pronto como pasaron los años Felipe y Nicolás se convirtieron en los nuevos príncipes del castillo al lado de sus dos mascotas consejeras, Nicolas desperdiciaba el dinero y malgastaba en cosas inútiles para su mejor amigo el gato, mientras Felipe en compañía de su perro se encargaban de ayudar a todos los animales y habitantes del bosque. Sus abuelos ya con muy poco tiempo de vida se estaban dando cuenta que aunque Nicolas fuera el mayor de los dos hermanos no era capaz de llevar el reino en sus manos como lo hacía claramente Felipe quien con tan poca edad, había hecho grandes cosas por el pueblo y el castillo, cosas que la gente y animales admiraban de aquel chico tan joven.

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