A donde va la arquitectura

¿A dónde va la arquitectura?

La arquitectura siendo el arte y la técnica de proyectar, diseñar, construir y modificar el Hábitat humano, con edificios de todo tipo, estructuras arquitectónicas, urbanas y espacios urbanos, nos puede generar muchas preguntas sin respuesta o con respuestas cambiantes, hoy la pregunta primordial es ¿a dónde va?

La posible respuesta a esta pregunta empieza observando como la  arquitectura con el paso del tiempo ha ido cambiando dado a las diferentes tendencias, que se adquieren por los estilos de los arquitectos, el estilo para considerarse en el contexto es una serie de conocimientos, elementos y características, dándole una personalidad al arquitecto que lo distingue entre todos los demás concluyendo así que está en constante cambio. Y cada cambio tiene que ir con un avance y mejora tanto en lo estructural, funcional y estético del edificio, según lo que se contemple como arte en esa época.

Se comenzaron las tendencias desde el inicio de la arquitectura con la necesidad de hacer edificaciones para subsistir. Durante la prehistoria surgen los primeros monumentos y el hombre comienza a dominar la técnica de trabajar la piedra, seguido de la tipología de estructuras militares, para esos tiempos se construían lo que eran murallas para protegerse del enemigo, la segunda tipología se toma en lo religioso, aquí es donde empieza de manera artística la arquitectura desde las épocas románicas con edificaciones compuestas por órdenes; dórico, corintio, jónico. Hasta hoy  en día, que hemos llegado después de todos los estilos que han pasado y vuelto a resurgir, podemos ver que llegamos a la arquitectura sustentable, arquitectura verde, eco-arquitectura y arquitectura ambientalmente consciente, llamada de diferentes maneras, con el mismo fin, siendo así la arquitectura que se dedica al diseño arquitectónico de manera sustentable. Buscando optimizar recursos naturales teniendo la consideración de las condiciones climáticas, la hidrografía y los ecosistemas del entorno en que se construyen los edificios, para poder obtener el máximo rendimiento con el menor impacto posible. Así mismo tomando la eficacia y moderación en el uso de materiales de construcción, primando los de bajo contenido energético frente a los de alto contenido energético para poder lograr  una reducción en el consumo de energía para calefacción, refrigeración, iluminación y otros equipamientos, cubriendo el resto de la demanda con fuentes de energía renovables.

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