A vivir, es una obra de teatro

A vivir es una obra de teatro que realmente es un monólogo que narra la historia de una persona llamada Marciano, un ser humano que no esta satisfecho con su vida ni con lo que ha logrado.

Marciano tiene un sentimiento que en lo personal pienso que todo ser humano ha pasado por ahí, él llega a comentar que no se ubica en la vida y que muchas veces le ha resultado muy difícil ser feliz. Toda esta frustración e insatisfacción esta directamente relacionado con la influencia de sus padres y lo que ellos esperan de él.

La mama del personaje era una persona muy optimista y soñadora, a diferencia del papa que vivía aferrado al dinero y a complicarse la vida tratando de resolver problemas que muchas veces él sabia no podía solucionar al momento, pero aun así se encaprichaba y dejaba de disfrutar y de vivir pensando en ellos. La madre tenía una filosofía de vivir el momento y disfrutar cada segunda, motivo por el cual chocaba mucho con su esposo ya que él pensaba totalmente lo contrario.

La obra tiene muchos mensajes y lecciones de vida para los espectadores, principalmente es una obra motivacional que como publico te invita a superarte, a tomar tus propias decisiones, a no dejarte llevar por lo que todo mundo hace o lo que todo mundo piensa que es correcto y más que nada a apoderarte de tu vida y hacerla tuya sin permitir que los demás decidan su rumbo o decidan tu futuro.

Algo que personalmente me gusto mucho fue que a lo largo de la obra te hacen una invitación constante a que no tengas miedo de ser tu mismo, a que te atrevas a superarte pero no para ser mejor que el que esta a lado de ti, sino a que seas mejor que la persona que eras ayer. Es una obra en la que realmente se presenta la vida como es, ni como algo completamente bueno ni como algo completamente malo. Aquí el personaje describe anécdotas que realmente te hacen identificarte y te ayuda a sentirlas reales ya que cuando describe la vida la describe como lo que realmente es; un camino con altibajos que así como muchas veces nos llena de frustración, tristeza, enojos etc. hay muchas veces que también nos llena de risas, alegría, felicidad, momentos inolvidables y cosas buenas.

Hubo un momento en la obra que me marco muchísimo y es cuando el actor pregunta que cuantas veces nos hemos preguntado si vivimos la vida que queremos o imaginamos. Esta pregunta me dejo pensando mucho, ya que hay muchas veces que sin darnos cuenta nos convertimos en robots, nos acoplamos a una forma cotidiana de vida donde todo se vuelve una rutina, donde ya no hay emociones y donde ya no hay sorpresas.

El actor hace mención de que muchas veces caemos en esto para no tomar el riesgo de equivocarnos, pero realmente una vida sin riesgos es una vida no aprovechada. Me hizo recapacitar mucho cuando el actor dice que el problema de la vida no es que se acabe sino que es empezarla a vivir demasiado tarde, y realmente esto te hace salir del teatro y querer comerte el mundo.

Muchas veces la gente nos dice que solamente tenemos una vida y que debemos aprovechar al máximo cada segundo porque nadie tenemos los años comprados pero la mayoría del tiempo esto se nos olvida, por lo que esta obra es un buen recordatorio de que debemos amar, reír, viajar, hacer locuras, pero principalmente disfrutar cada momento que se nos presente y cada momento que estemos viviendo porque realmente cada segundo que desaprovechamos es un segundo que nunca vamos a recuperar.

Nunca pensé que una obra de teatro pudiera tener tanto impacto en mi vida y realmente es una obra que recomendaría a toda persona ya que salí de ahí convencida de varias cosas principalmente las siguientes:

- Hay que superar el pasado y dejarlo donde esta: atrás. De nada nos sirve arrastrar lo que hemos vivido, el pasado debe servirnos solamente para aprender

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