Alegoría De La Caverna Vs. Matrix

Alegoría de la Caverna y Matrix

En el libro VII de “La República”, con el Mito de la Caverna, Platón describe por medio de una metáfora la situación del ser humano acerca del conocimiento. El intenta demostrar nuestra naturaleza con respecto a la educación y a la falta de educación del hombre.

El mito de la Caverna se desenvuelve en una vivienda subterránea en donde al fondo se encuentran unos prisioneros, quienes han vivido ahí desde pequeños. Estos prisioneros siempre han estado encadenados de los pies y el cuello, situación que les dificulta moverse.

Detrás de los prisioneros se encuentran unos hombres quienes laboran en una pequeña colina trasladando todo tipo de objetos que sobrepasan la altura de la pared; entre los objetos se encuentran estatuas de diferentes formas y tamaños, hay estatuas de hombres y animales hechas de varios materiales.

A las espaldas de los trabajadores hay un fuego ardiente que refleja los objetos que trasladan dichos hombres en la pared del fondo que se encuentra frente a los prisioneros. Al no poderse mover los prisioneros lo único que han visto toda su vida han sido las sombras de los hombres trabajando atrás y también pueden escuchar sus voces cuando algunos de los trabajadores conversan.

Platón nos pide imaginar que sucedería si a uno de los prisioneros se le liberara y se le mostrara el mundo subterráneo, primero se le voltearía y que observara las cosas que se proyectaban en la pared. Al principio sería difícil para el prisionero reconocer lo que ve, le costaría mucho distinguir las sombras de la realidad, pensaría que son más reales las sombras que veía antes.

Después de que se le mostrara toda la situación en la caverna, que pasaría si se le arrastrara a la fuerza al prisionero a salir a la luz del sol y ver el mundo exterior. Sus ojos le dolerían porque está acostumbrado a la oscuridad. Una vez que sus ojos logran observar, pasaría de ver sombras y reflejos en el agua a observar la realidad mucho más clara, a ver los hombres y los objetos mismos. Luego contemplaría la noche, vería el cielo a la luz de la luna. Por último vería el sol, ya no vería imágenes reflejadas en el agua ni en otro lugar, sino que vería el propio sol. Ya estaría en condiciones de mirar y contemplar. El sol es en cierto modo el autor de todas aquellas cosas que podían contemplar.

Una vez que el prisionero liberado observa todo lo que hay por contemplar siente la necesidad de volver a la caverna e informar a sus compañeros, la situación. Al bajar vería todas las cosas borrosas por estar tanto tiempo expuesto al sol y sin ver en la oscuridad, luego de que sus ojos se acostumbren otra vez a la oscuridad, podría ver de nuevo con claridad.

Cuando el prisionero llegara a decirles a sus compañeros que pueden ser liberados y ver otra realidad, no la que se les proyecta que ellos creen que es lo real. Sus compañeros creerían que está loco, al haber sido expuesto a la luz de afuera, su mirada se ha estropeado, ya que no puede ver con los mismos ojos de los demás. Los prisioneros lo amenazarían con matarlo si el llegara a liberarlos, no le creerían

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