Antropología De La Educación

Hablar de antropología filosófica es remontarnos a épocas remotas de la humanidad, ya que el hombre se ha dado a la tarea de formarse de manera autónoma, y para ello ha realizado durante todo este tiempo un análisis propio acerca de su existencia. Se ha dedicado a explorar su naturaleza, y no sólo eso, sino que ha tratado de alcanzar niveles de su propia comprensión más allá que cualquier otro ser perteneciente al reino animal, tal es así que él mismo se ha autodenominado un animal racional y de esta forma ha establecido una brecha con los restos de los animales de su entorno.

Aunque las formas de educar han sido muy diferentes, en tiempos antiguos en la Grecia Clásica con las actividades de Homero, con la sola transmisión de conocimientos, pasando por el caso de Atenas donde estaban enfocadas a un desarrollo tanto espiritual como del cuerpo, y en el otro extremo se produjo en Esparta donde la educación estaba enfocada a ser militar, hasta nuestros tiempos en los cuales se enfoca a un desarrollo tecnológico, cabe mencionar que esta diferencia en la forma se debe a las características y momentos históricos en las que se desenvuelven las personas; pero sin importar cuál sea el método utilizado, siempre se tiene el mismo fin, desarrollar habilidades y aptitudes que le permitan sobrevivir en su ambiente, y que logre la capacidad de transmitir los conocimientos a sus descendientes.

El ser humano se ha denominado como alguien educable, es decir, que tiene la capacidad de analizar los diferentes aspectos de su vida, como lo es su naturaleza, las obras que realiza, para alcanzar una educación que le permita sobrellevar los problemas que enfrenta al socializar en una ambiente que él mismo ha creado. Sin embargo al querer indagar en demasía sobre su propia comprensión, ha creado muchos campos de análisis que paradójicamente ha retrasado el estudio de su persona. Martin Heidegger comentó “Ninguna época acumuló tantos y tan ricos conocimientos sobre el hombre como la nuestra, ninguna época consiguió ofrecer un saber a cerca del hombre tan penetrante. Ninguna época logró que este saber fuera tan rápida y cómodamente accesible. No obstante, nunca se supo menos qué sea el hombre. A ningún tiempo se le presentó el hombre como un ser tan misterioso”. Esto se debe a que las múltiples áreas disciplinares estudian partes separadas del ser humano y no como un todo, y ese manejo de información ha olvidado la parte integral del ser. Es aquí donde debe intervenir la filosofía educativa para generar las preguntas que le permitan conocerse de manera completa. Marx Scheler dice que esa abundancia de información podíamos experimentarla más como un obstáculo que como una ventaja y que lejos de facilitarnos la comprensión del hombre, nos la va a dificultar.

Para ello el ser humano ha tenido que ser educable (adquirir la información) y educando (transmite la educación), y aquí es muy importante la manera de cómo se ha traspasado el conocimiento adquirido de sus antecesores hacia las futuras generaciones, ya que al ser personas cuya capacidades de comprensión son diferentes y están influenciados por el contexto histórico del momento, es importante conocer de qué manera se pueden transmitir de manera efectiva y significativa para su aprovechamiento y evolución. La educación debe estar enfocada en que la persona puede hacer una introspección de su ser y pueda conocerse internamente, y una vez que sea consciente de su existencia, pueda plantear interrogantes que le permitan tener idea hacia dónde es su destino.

Otra de las aristas que debe tenerse en cuenta en la transmisión de los conocimientos es cómo realizarlo, qué tipo de lenguaje emplear; por ejemplo, las nuevas corrientes filosóficas toman en cuenta un lenguaje científico, sin embargo, no todos tienen la capacidad de poder interpretarlos de la misma manera, incluso ni siquiera tienen las bases fundamentales

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