Antropología Filosófica

Antropología Filosófica (Segunda parte)

Buscando una contestación clara y definida para responder a la pregunta ¿qué es el hombre? encontramos varias explicaciones y métodos. Para abordar la filosofía antropológica, usualmente son utilizados métodos como la introspección psicológica, la observación y el experimento y la investigación histórica. En estas categorías podemos ver que en la interpretación de Platón sobre “conócete a ti mimo”, término utilizado para conocer al hombre en sí, lleva a crear un nuevo problema y para resolver el mismo, hay que estudiar al hombre en su vida política y social. Según Platón, la naturaleza humana es complicada y difícil, y aquí entra la filosofía, para descifrarlo. Hay muchas áreas en las que la filosofía puede abarcar, no solo en el Estado en sí, pues el Estado no contiene todo lo necesario aunque todas las actividades estén relacionadas con el mismo. Por otro lado vemos los ideales de Comte para poder estudiar al hombre, quien sugiere que debe ser de manera subjetiva pero tampoco individual ya que es un sujeto universal. Comte sugiere la división sociológica y fisiológica, aunque muchos de sus seguidores no están de acuerdo. Para estudiar al hombre, una de las alternativas es separarlo de lo humano, echando a un lado las teorías de Darwin. En el siguiente paso, se encuentra una palabra “instinto” que pudiese describir mucho de la naturaleza humana pero que no tiene mucho valor explicativo. La palabra realmente nos vendrían funcionando para un sentido de clasificación y orden reduciendo al hombre a instintos primarios. Teniendo el conocimiento de estos métodos, debemos, según Cassirer, definir al hombre como funcional y no substancial. Para esto debemos buscar las funciones básicas de las actividades humanas: el mito, la religión, el arte, el lenguaje, la historia hasta inclusive las ciencias y reducir estas funciones a un origen común, un fin común. De esta manera podremos abarcar todo lo humana desde una perspectiva diferente y con más sentido, pues todas estadas actividades en conjunto nos definen y de ahí podremos partir a preguntarnos ¿qué es el hombre?

Cassirer nos presenta el sistema simbólico del ser humano. Desde los inicios nos hemos identificados como seres simbólicos ya que todas nuestras actividades son a base de símbolos. Es aquí que entran los aspectos míticos y religiosos del hombre. Al referirnos a lo mítico y religioso, debemos tomar en cuenta muchos aspectos además de la existencia en sí. De primera instancia podemos ver que lo mítico lo relacionamos con lo ilógico, que carece de explicación. En su esencia el mito es teórico. El mito combina un elemento teórico con uno de creación artística ya que sin creencia el mito pierde su base. Lo científico y mítico, aunque no siguen el mismo camino, se preocupan por la misma cosa: la realidad. El mito es “conceptual” y “perceptual”. Para que el mito exista el lado perceptual es de suma importancia. Para entender lo mítico desde un punto de vista filosófico se necesita una explicación de la vida mítica. El mito es incompatible con la ciencia pero es una forma universal de pensamiento. Cuando se estudia a profundidad podemos ver que el mito y la religión van atados a los sentimientos. Estos sentimientos que encontraros en nuestros alrededores, y es por esto que en lo mítico, la naturaleza se convierte en la sociedad de vida. Realmente, según Cassirer, no se puede saber donde termina el mito para darle comienzo a la religión. Se puede ver un enlace en los tabús que nos presenta tanto el lado del mito como el de religión. Desde el inicio del mito se ve que es religión potencial; el mito primitivo es religioso. Para hablar de los vínculos entre ambos se puede comenzar por hablar de la muerte. Según Scheliermachar la religión ha surgido del sentimiento de dependencia de la divino. La muerte brinda

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