Antropologia Filosofica

ANTROPOLOGIA FILOSOFICA

POR CARLOS BEORLEGUI

El calificativo de “filosófica” es suficiente para ser considerado por algunos como una especulación acerca del hombre, que surge del desconocimiento de lo que se va descubriendo e investigando del hombre en las ciencias humanas. En el fondo se encuentra el problema de la identidad de la filosofía y la relación con las ciencias y el problema del método de la investigación en las ciencias humanas.

La antropología filosófica, surgió en Alemania en la primera cuarta parte de este siglo, y fue Marx Scheler que oriento el modo especifico de estudiar al hombre.

<< El puesto del hombre en el cosmos>> fue un libro fundamental escrito por Scheler que es considerado como la carta fundacional de la Antropología filosófica específicamente. Y fue de ahí que en ese mismo año surgió un intento similar de antropología escrito por un compañero de Scheler; H. Plessner, y una segunda generación compuesta por A. Gehlen, A, Portann y E. Rothacker, entre muchos otros, que siguieron con el trabajo de Scheler.

Scheler comenzó su escrito filosófico preocupándose de temas éticos. Pero lentamente, toda su reflexión fue metiéndose más en el tema del hombre. Esta reflexión va enfocar los estudios desde una posición sintética, que supero los pensamientos que hasta ese entonces se tenían de la filosifia del hombre y la antropología científica.

El panorama de las antropologías se encontraba dividido en tres orientaciones diversas: la primera es la antropología teológica que estudia al hombre en comparación y en referencia a dios; la segunda es la filosofía antropológica la cual surgió con los griegos, en la cual el hombre es definido como un animal racional, un animal que posee logos; y la tercera y última las antropologías de corte científico, en las cuales el hombre es definido como un producto final y muy tardío de la evolución del planeta Tierra.

Estos tres tipos de reflexión pecan de los mismos fallos: exclusivismo e imperialismo; el exclusivismo es porque solo se centran en una parte de lo humano olvidando el resto; y el imperialismo porque cada una de ellas se considera única y definitiva, la que acierta a señalar lo especifico y fundamental del hombre.

La conclusión de Scheler fue empezar a construir una nueva antropología, que recoja todo lo que las ciencias humanas han aportado, sistematizadas desde una nueva síntesis.

Scheler considera imprescindible el estudio específico de lo humano en sí mismo, y desde una metodología que renuncie los estudios metafísicos, y también a todo principio humano no verificable. Desde esta base Scheler quería convertir la antropología filosófica del hombre en una nueva disciplina autónoma con su peculiar metodología. El hombre es definido como un <<microcosmos>>.

Según Scheler la diferencia del hombre con los animales no está en la razón sino en el espíritu, que es referenciada a una realidad más ampliada que la inteligencia practica. En cambio el espíritu abarca más que la razón, la capacidad de intuir las esencias de las cosas, y la capacidad de intuir emotivamente en la esencia de los valores. .

El hombre es el único ser que participa en los 2 elementos del cosmos: la vitalidad que los asemeja a los entes de la biosfera, y espiritualidad que lo diferencia del resto de la naturaleza y es situado dentro de otra esfera en la cual es capaz de trascender lo material.

Scheler ha pretendido superar el planteamiento idealista de la filosofía clásica occidental, que pone lo humano en la razón, dejando en el olvido lo irracional, los sentimientos, lo corporal, lo biológico. El hombre se hace tal emergiendo de la animalidad y asumiendo su condición de persona, poseedora del espíritu.

Uno de los grandes problemas de su antropología es como se unen en el hombre los dos elementos básicos de la realidad: el impulso de vida y el espíritu. La vida o impulso tiene fuerza pero es ciega; mientras que en cambio el espíritu carece de fuerza, <<impotencia del espíritu>>, pero es claramente el guía.

El hombre solo puede entenderse como un punto de tensión que, emergiendo de la naturaleza, se proyecta intencionalmente en el espíritu, pero sin integrarse del todo en ninguno de los dos, al ser la epifanía de la dialéctica entre ambos.

Plessner al igual que Scheler pretende estudiar al hombre desde un punto de vista objetivo, distante de la metafísica, apoyando en la biología y, más desde la diferencia del hombre con los animales. Las dos categorías clave la antropología de Plessner son la excentricidad y la posicionalidad.

Los seres vivos ocupan una posición correspondiente a su estructura interior. El hombre, como ser vivo tiene poscicionalidad, pero no céntrica, sino que posee doble centralidad: la de su vida corporal y la de su vida psíquica. La conciencia distancia al hombre de la realidad que vive y hasta de sí mismo. Esto hace que el hombre desde que toma conciencia de sí, viva problemáticamente.

El animal es solo cuerpo, el humano es cuerpo y tiene cuerpo y no puede saltarse este marco.

Plessner se sitúa de esta forma en una postura intermedia entre el monismo y el dualismo, aportando un punto de vida fenomenológico al estudio del hombre. El hombre se halla sometido a las leyes propias de su condición biológica, pero puede transcenderlas,

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